El Barcelona muestra músculo y fiabilidad antes de la llegada de Coutinho

El Barcelona no duda en la Liga. Después de asaltar el Bernabéu y tomarse un merecido descanso navideño, el equipo de Valverde regreso al campeonato doméstico para solventar sin sobresaltos su partido ante el Levante. El líder se medía en casa a un equipo que pelea por no descender y cumplió.

Un choque tan desigual era, de hecho, el escenario ideal para volver a ver a Dembélé en el once inicial para asentarse en un equipo al que dentro de poco veremos al brasileño Philippe Coutinho. Jugó el francés, que mostró algunos detalles, aunque el que volvió a ser decisivo fue el de siempre: Leo Messi.

El argentino abrió el marcador cuando solo habían transcurrido diez minutos y fue siempre una pesadilla para el conjunto de Juan Ramón López Muñiz, que supo desde el primero momento que para aguantar el tipo ante este Barça hace falta mucho más que un partido tan correcto como el que hicieron sus jugadores.

Es cierto que al Barcelona le costó un poco entrar en el choque. De hecho, los primeros acercamientos fueron de los visitantes. Boateng y Lerma amenazaron el marco de Ter Stegen aunque las ocasiones no sobresaltaron a la grada del Camp Nou. La afición estaba pendiente de una aparición de Dembélé, muy pegado al costado derecho, aunque el que apareció fue Messi convirtiendo en gol una gran asistencia de Jordi Alba con la cabeza. Oier no pudo hacer nada para atajar un disparo medio mordido del 10 que pegó en el palo antes de irse al fondo de la red.

El 1-0 volcó todavía más el juego hacia el área del Levante. Los visitantes intentaron no descomponerse y aguantar el chaparrón para que el partido no se les escurriera entre los dedos. Aguantaron casi media hora con ese sistema. Hasta que aparició Sergi Roberto. El (hoy) lateral aprovechó un buen centro de Mascherano para meter la bola en el área. En su territorio, Luis Suárez la pinchó y con la pierna derecha hizo el segundo tanto blaugrana. El 2-0 acabó con este partido entre dos equipos separados en ese momento por treinta puntos.

El Barcelona se fue al descanso con las ganas de otro gol. Rakitic y Messi hicieron por la labor. En la reanudación, sin embargo, estuvo a punto de lograrlo el levantinista Ivi. Ter Stegen evitó el tanto con una gran parada que confirma que el equipo de Valverde tiene argumentos de peso en todas sus líneas. Por si había dudas, el alemán se lució de nuevo en un mano a mano con Lukic. Estiró el portero su pierna izquierda para evitar que el disparo entrara en su portería.

A falta de 25 minutos se retiró Dembélé para dejar su sitio en el campo a Semedo. La grada aplaudió al francés más por lo que espera de él que por lo hecho en este partido. Le queda tiempo al francés para estar al máximo. Sin él sobre el terreno de juego, y con el partido muy de cara para los blaugranas, a la hinchada solo le quedaba el aliciente de ver al canterano Arnáiz. O alguna otra genialidad de Messi.

A falta de quince minutos el que salió al campo fue André Gomes. Entró por Iniesta, al que el Camp Nou despidió con una gran ovación. Pese a la llegada de Coutinho, la aportación del capitán será clave en lo que queda de temporada, sobre todo en la Champions. Además, el portugués protagonizó una gran jugada al hacer un doble regate en el área del Levante que agradeció la hinchada blaugrana.

Arnáiz tuvo sus minutos, aunque no demasiados. El debut en la Liga le llegó en el 85 de este partido. Lo malo para él es que el partido estuvo detenido porque Jordi Alba tuvo que ser atendido. Sí pudo aprovechar el tiempo Paulinho haciendo el 3-0 en el descuento al rematar una gran jugada de Messi. Siempre está en el lugar adecuado el brasileño.

Tendrá más oportunidades el canterano en esta Liga en la que Valverde podrá dosificar esfuerzos por los nueve puntos que le saca al Atlético de Madrid y la ventaja de 14 puntos que tiene respecto al Madrid aunque los blancos tienen un partido menos.