Política

El Gobierno cree que la candidata del independentismo será Artadi y no Puigdemont

En la Moncloa piensan que los independentistas activarán su ‘plan B’ cuando vean que se les agotan los plazos y están en un callejón sin salida

El Ejecutivo confía en paralizarlo todo antes de la votación de investidura pero si, en el peor de los casos, esta llegara a producirse, se recurrirá al Constitucional para que impugne el pleno

Los populares esperan no llegar tan lejos para que no se repita la situación del 1-O cuando se dijo que no habría referéndum y los catalanes acabaron votando

La diputada de Junts per Catalunya, Elsa Artadi, posa para los fotógrafos con un lazo amarillo en solidaridad con los diputados electos encarcelados y huidos en Bruselas / Alberto Estévez EFE

Madrid

La teoría que se maneja en la Moncloa es que llegará un instante en el que los independentistas ya no podrán seguir adelante con el proceso administrativo porque los letrados del Parlament o el Constitucional se lo impedirán. Los colaboradores de Rajoy dicen que tratarán de agotar los plazos y, ante un callejón sin salida, Carles Puigdemont tendrá que dar un paso atrás, echándole la culpa al Estado español.

A su juicio, será, en ese momento, cuando los soberanistas activen su ‘plan B’. En el Gobierno dan por hecho que primero se hablará del exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, encarcelado desde el pasado 2 de noviembre. Y les llega que Jordi Turull está dando la batalla por ponerse al frente. Aunque consideran que la elegida será, al final, Elsa Altardi.

Esperan que sea un candidato limpio, sin causas pendientes para normalizar la situación. Ese sería el mejor escenario para el Ejecutivo, donde se muestran optimistas. Pero no se fían nada. Dan por hecho de que antes de llegar al desenlace se encontrarán con más de una complicación.

La principal es la sesión de investidura. Hoy, en la Cope, Soraya Saénz de Santamaria ha recordado que el acto de presentación del programa de gobierno se debe realizar de forma "personal, indelegable e intransferible".

De modo que si Puigdemont lo intenta desde Bruselas, por vía telemática, se recurrirá al Constitucional. Mientras que si se le ocurre presentarse en la Cámara, se le detendrá porque sobre él pesa una orden de busca y captura.

El equipo de Rajoy asegura que se actuará de forma urgente para paralizarlo todo antes de llegar a la votación de investidura y si, en el peor de los casos, esta llegara a producirse, se acudirá al Alto Tribunal para que impugne el pleno.

Aunque confían en que no haya que llegar tan lejos. No quieren que se produzca esa imagen. No desean que les pase como el 1 de octubre cuando se aseguró que no habría referéndum y las imágenes de la gente votando con las cargas policiales terminaron dando la vuelta al mundo.

Así que para evitar llegar a esos extremos, Sáenz de Santamaría ya va lanzando serias advertencias a Roger Torrent: “Yo creo que Puigdemont solo puede ser elegido con una flagrante vulneración de la ley y yo espero que el presidente del Parlament no empiece su carrera política al frente de esa mesa igual que Forcadell, violentando las normas”.

Los artífices del 155 recuerdan que este artículo se seguirá aplicando hasta que el Govern tome posesión. Y lamentan que nadie abra los ojos a Puigdemont y le explique bien lo que va a suceder. Para los populares ha llegado “al final de su trayecto” porque se adoptarán “todo tipo de medidas” para impedir que vuelva a la Generalitat

 
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