Cierre de gobierno en EEUU en el primer aniversario de Trump en la Casa Blanca

Washington

Han estado negociando hasta pasada la medianoche pero el desacuerdo ha pesado más que el interés común. El gobierno federal cierra por primera vez desde 2013, después de que los senadores demócratas y varios republicanos hayan rechazado una prórroga de un mes para seguir negociando sobre los presupuestos.

Los senadores quieren alcanzar una solución durante el fin de semana y que la suspensión de los servicios públicos afecte lo menos posible a los ciudadanos. Pero la Casa Blanca ha comprometido ya esas conversaciones, asegurando esta madrugada que no van a negociar nada hasta que no se devuelva la financiación a las arcas públicas.

Pasada la medianoche, la portavoz de la Casa Blanca, en un comunicado, ha asegurando que "no negociarán el estatus de inmigrantes ilegales mientras que los demócratas mantienen como rehenes a nuestros ciudadanos legítimos por sus imprudentes demandas". Se refiere a los dreamers, que de momento están en Estados Unidos legalmente. El problema empezó cuando Donald Trump decidió en septiembre eliminar sus visas temporales. Ahora caducan el cinco de marzo y los demócratas ponen como condición la regularización de estos 800.000 jóvenes para apoyar los presupuestos. El comunicado sigue diciendo que "este es el comportamiento de perdedores obstruccionistas y no de legisladores".

Es una situación muy delicada para ambos partidos, que se enfrentarán a las urnas en las elecciones legislativas de noviembre. Pero es especialmente complicada para el Republicano. Es la primera vez que se cierra el gobierno con un mismo partido controlando las dos cámaras y la Casa Blanca.

Para el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, "el cierre de gobierno era 100% evitable". El líder de la minoría demócrata, Chuck Schummer, almorzó con Donald Trump en el Despacho Oval este viernes para dar un empujón al acuerdo. En el Senado, Schummer ha reconocido que en esa reunión sacó el tema de la financiación del muro con México para acercar el acuerdo (que es la exigencia de Trump) pero ha asegurado que no ha sido suficiente. "Lo que ha ocurrido en esa reunión es indicativo del tumulto y del proceso caótico de las negociaciones", dice. "Al presidente parecía gustarle el principio de acuerdo pero parece ser que no ha presionado a su partido en el Senado para que lo acepte".

Donald Trump tenía todo preparado para celebrar su primer año en la Casa Blanca, a lo grande, en su mansión de Mar-a-Lago (Florida), con una fiesta de recaudación. De momento, lo afronta con un cierre de gobierno y con más de 300 manifestaciones convocadas en todo el país para protestar, entre otras cosas, contra su gestión.

El despertar de Trump

Este sábado, Trump se ha despertado en su residencia de Mar a Lago, en Florida, de visible mal humor. En su cuenta personal de tuiter ha ironizado sobre su primer aniversario como presidente y el hecho de que los demócratas le han querido hacer un "bonito" regalo.

El presidente responsabiliza a los demócratas del bloqueo presupuestario de la administración porque aunque los republicanos tienen mayoría en el Senado: 51 votos, le hacían falta otros 9 de los demócratas para evitarlo. Y estos condicionaban su apoyo a que Trump renuciase a la expulsión de los llamados dreamers -los hijos de los emigrantes crecidos en Estados Unidos- y a construir el muro en la frontera con México.

De ahí que Trump, en otro tuit, haya señalado que a los democratas les importan más los inmigrantes ilegales que el ejército y la seguridad en la "peligrosa" frontera sur.