15 años de contratos temporales para el primer bailarín del Ballet Nacional de España

Eduardo Martínez, primer bailarín del Ballet Nacional de España (BNE), llegó a la compañía hace 15 años y una sentencia firme del TSJM reconoce que es un trabajador indefinido no fijo. En declaraciones a la SER, el bailarín explica que "firmábamos contratos de año en año que se resolvían cada 31 de agosto, te finiquitaban y volvías a estar contratado el 1 de septiembre".

En su caso y en el de tres compañeros más de la compañía que dirige Antonio Najarro, el juez dicta "que somos indefinidos, y eso se traduce en reconocer que llevo trabajando en el BNE 15 años y, en el caso que no quisieran contar conmigo más adelante, obtendría una indemnización por parte del INAEM". Martínez reconoce también que "no es lo mismo un contrato temporal que un indefinido a la hora de pedir un crédito o una hipoteca en un banco".

Al hilo de este asunto, el primer bailarín del Ballet Nacional de España pone sobre la mesa un tema de fondo: "Un bailarín debe retirarse, pero nuestra carrera tiene que haber servido para algo, nos podemos retirar pero podemos hacer otros trabajos. Yo estudié pedagogía de la danza, he hecho un master, es decir, somos personas formadas, no solo sabemos bailar y ya. En nuestra retirada se puede producir un reciclaje en otros ámbitos dentro del INAEM o de la propia compañia".

Javier Figueroa, secretario general de UGT Cultura, sostiene que "la situación laboral de los bailarines en activo de los ballet nacionales, después de las numerosas sentencias judiciales que han reconocido a este personal la condición de indefinidos no fijos ha creado un panorama insólito". Una situación que, en su opinión, tiene responsables claros: "la ha generado la administración por su falta de previsión y el incumplimiento de la normativa laboral existente, al prolongar el periodo máximo de tres años".