Virginie Despentes: "Hay un antes y un después tras el #MeToo, las mujeres rechazamos el estatuto de presa"
El manifiesto de las intelectuales francesas "viene directamente del macronismo, es esa clase social alta que te dice: vamos a hacer lo que nos dé la puta gana sexualmente y en otras cosas"
"Salir con un vestido corto es más difícil hoy que hace 20 años. Ser una mujer heterosexual sexy es más difícil hoy"
"Fuera del lesbianismo no veo a mujeres teniendo experiencias radicales de ruptura con el sistema patriarcal"
"Hay un feminismo de mujer digna, que aparta a la sucia, la zorra, la gorda que chupa todas las pollas en la escuela. La mujer sucia es la gran perdedora hoy en día"
"Si eres un hombre y tu colega de trabajo viene cada mañana con dos gramos de cocaína en la nariz quizá hables con él, pero si le ves tocando cuerpos de chicas que no quieren ser tocadas, no vas a decir nadar"
Madrid
Hace 12 años escribió: "He sido puta, me he pasado por la ciudad con tacones altos y escotes largos sin rendir cuentas a nadie, cobraba y me gastaba cada céntimo que ganaba. He hecho autostop, me violaron y después volví a hacer autostop". Hace 12 años, Virginie Despentes publicó 'Teoría King Kong', un texto referencial del feminismo del siglo XXI que se acaba de reeditar. Hoy, tras la aparición del movimiento #MeToo, se plantea volver a escribir sobre feminismo, mientras cierra su trilogía de Vernon Subutex y se va de gira con un espectáculo sobre Pasolini. Hace 12 años escribió que no venía a quejarse ni a disculparse porque ser Virginie Despentes le parecía un asunto más importante que cualquier otro. Creemos que en eso no ha cambiado de opinión.
Fin de la trilogía de Vernon Subutex
"Estoy en un momento de vacío. He pasado 5 años con Vernon, pero es agradable terminar porque son vacaciones. Era la primera vez que pasaba tanto tiempo con una novela y me ha encantado, pero no quería hacer siete tomos. El Vernon Subutex 1 fue publicado el día del atentado contra Charlie Hebdo del 7 de enero y a partir de ese momento muchas cosas se han derrumbado y no me han provocado ni entusiasmo ni optimismo. Esta tercera parte es menos luminosa, más cerrada y pierden todos, lo consiguen y lo pierden al mismo tiempo. Pero viene del momento del Brexit, de la elección de Trump, de la subida de la extrema derecha en Francia... Son muchas cosas, cada vez que abres el periódico parece que se derrumba todo. Ahora va a empezar algo nuevo y quizá encontraré más entusiasmo, pero no sé".
La sociedad del espectáculo y los dueños del relato colectivo
"Vernon se convierte en un profeta por la influencia del chico que lo mata, del productor, el que cuenta la historia y las narraciones colectivas. Es la cultura ultra liberal quien cuenta la historia, el chico que les ha matado. Me interesaban las industrias de propaganda del entertainment, qué tipo de fuerza tienen y qué carencia de sinceridad y de transparencia. Vernon se convierte en un héroe a través de la mirada de quien le mata".
"La sociedad del espectáculo no es como en los años 60, ha cambiado mucho. Me pregunto a quiénes hemos dado el mando. Y quiénes son estos productores que construyen las narrativas colectivas. Pensamos siempre que estamos protegidos de la propaganda mainstream, pero nos entra de todos modos en la piel y no te das cuenta. Estamos todos impactados por la narrativa y la propaganda mainstream”.
Feminismo hoy, feminismo mainstream, feminismo radical
"Todas las luchas feministas han cambiado el mundo, no veo otras revoluciones tan victoriosas como la feminista. Soy optimista, creo que vamos en el buen sentido, aunque lo hagamos tropezando, con conflictos, con dudas. Yo dudo y pienso sobre el movimiento #MeToo, por ejemplo, cuidado, que el sexo y la sexualidad no se conviertan en la cosa más asquerosa del mundo. Pero creo que ser una chica hoy con 15 años es muy interesante".
"Pienso que una vez que las mujeres llegan al poder, cambia todo. Y hasta ahora, si ha sido tan bien defendido es que era interesante llegar a estos sitios de poder. Pero creo que lo próximo que hay que pensar es la maternidad, que no ha pasado por la revolución feminista para nada. Pero creo que sí, que este feminismo cambia cosas, aunque no sea una revolución radical. Me parece interesante, pero lo difícil es tener una práctica cotidiana tuya, radical y positiva, que puedas defender. Y fuera del lesbianismo no veo a mujeres teniendo experiencias radicales de ruptura con el sistema patriarcal".
"Existen muchos feminismos. No tenemos que estar de acuerdo, está bien que tengamos conflictos. Yo soy pro trabajo sexual y me pone en situaciones de conflicto muy salvaje con las abolicionistas; estoy en contra de la prohibición del velo islámico en Francia y las discusiones son guerras, pero me parece muy interesante este feminismo que cambia la vida cotidiana, un feminismo que tiene 30 o 40 años. Y yo creo que va a cambiar el mundo, de verdad. Si el mundo sigue, si no desaparecemos, lo vamos a cambiar. Es lento, porque no es una revolución con sangre, pero creo que lo vamos a cambiar más. Incluso los feminismos que odio y que rechazo de muchas maneras, pero hasta ellas me parecen interesantes porque intentamos algo nuevo. Pero sí, tengo a muchas jóvenes a mi alrededor que critican el feminismo tradicional y lo entiendo, porque a veces creo que nos falta humor, es como volver a la iglesia. Hay feminismos que son como volver a ser la buena chica católica y esto a mí no me atrae mucho".
Diez años de Teoría King Kong
"Es posible que mañana me siente a escribir un nuevo ensayo sobre feminismo, han pasado muchas cosas en estos diez años. Pero tengo 48 años y la verdad es que no sé qué es ser una mujer de 20 años en el metro hoy día, y a veces pienso con herramientas de cuando yo era joven y las cosas han cambiado un montón. En Francia, en el ámbito público, ahora es mucho peor ser una mujer que hace 20 años. Salir con un vestido corto es más difícil hoy que hace 20 años. Ser una mujer heterosexual sexy es más difícil hoy, la reacción de los chicos es mucho más violenta y la vigilancia que existe sobre las mujeres sexualmente activas es más fuerte hoy que hace 20 años. Hay un feminismo de mujer digna, que aparta a la sucia, la zorra, la gorda que chupa todas las pollas en la escuela. Todas estas me parecen menos representadas y defendidas. La mujer sucia, lo digo con todo mi cariño, es la gran perdedora hoy en día y no era el caso en mi juventud".
Movimiento #MeToo
"Es muy complejo, pero me ha parecido algo histórico, una salida del silencio muy importante, y me parece que hay un antes y un después en el hecho de que las mujeres, de una manera tan colectiva y fuerte, digamos que no lo pasamos bien, que rechazamos el estatuto de presa que hemos tenido, hay algo de no me gusta ser una presa, no me gusta ser tu presa y quiero que cambies tu actitud. Y espero que los hombres lo oigan y cambien y piensen en sus prácticas. Creo que deberían tener interés en hacerlo porque lo que los hombres no entienden es que disfrutan del feminismo, les gusta más la vida hoy que hace 30 años. Incluso a ellos. Por eso creo que deben interesarse en pensar su masculinidad, su sexualidad, eso que nunca hacen. Podemos ganar mucho todos".
Manifiesto de intelectuales francesas
"Que teman un aumento del puritanismo, vale. Que quieran hablar del tema colectivamente, vale. Publicarlo ahora es una tontería total. No era el momento. El #MeToo es un movimiento de chicas que dicen algo que tenemos que oír. Fue una avalancha de testigos. Hasta yo me sorprendí al ver que a mi alrededor todas tenemos por lo menos una historia muy desagradable que contar, que no tiene que ser siempre de violación, sino que te ha puesto en un sitio de malestar y de vergüenza que no olvidas. Y ahora las más jóvenes dicen que no les gusta y hay que oírlo. Es un artículo que viene directamente del macronismo, los poderosos (Despentes emplea el término ‘potentes’) piden el derecho a hacer lo que quieren con los menos poderosos. Es una bronca, es un discurso que no te reconoce como víctima, si estás en esta mierda es tu culpa. Es súper Macron. Es esa clase social alta que te dice: vamos a hacer lo que nos dé la puta gana sexualmente y en otras cosas".
Michael Haneke, Javier Marías, caza de brujas y puritanismo
"Es una guerra que estamos ganando y al final de una guerra hay quien es juzgado. Y de todas las maneras de juzgar a la gente, esta no es la peor. No hay muertos de momento. Me parece que se quejan de cosas muy suaves. Las mujeres hablan. Yo no he visto ningún cuerpo con sangre en la calle si no oyen lo que decimos las mujeres, que estamos hartas".
"Yo hice una película que se llamaba 'Fóllame' y fue censurada, no por feministas sino por la extrema derecha. En Facebook puedes decir todas las tonterías que quieras y la rabia más asquerosa, pero no puedes enseñar una teta. Creo que hay una subida del puritanismo, de la sexofobia, pero no viene de las feministas: nosotras no hemos luchado para censurar nada. Venimos a decir que queremos ir en metro sin sentirnos mal, que queremos volver a casa pasadas las once sin sentirnos mal, que queremos ir a trabajar sin sentirnos mal"
"Hay una solidaridad masculina que no entiendo bien. Ves a hombres cuyas prácticas no son problemáticas con mujeres, pero defienden a los otros hombres que sí las tienen. Si tu colega de trabajo viene cada mañana con dos gramos de cocaína en la nariz quizá hables con él y le digas que no puede pasar, pero si le ves tocando cuerpos de chicas que no quieren ser tocadas, no van a decir nada, se lo toman con humor. Y es donde creo que el #MeToo puede tener una influencia positiva, que los chicos dejen de pensar que tienen que estar siempre del lado de los chicos. Creo que esta solidaridad masculina puede entrar en crisis, un poco de solidaridad con nosotras, por favor. Por ejemplo, respecto a un libro como Teoría King Kong, veo a más chicos interesados en él en los últimos años, ahora veo a chicos menores de 30 años que sienten que pueden leerlo sin limpiarse las manos después, creo que algunos pueden cambiar su percepción hacia las mujeres y hacía su masculinidad".
Cincuenta aniversario de Mayo del 68
"A Macron no sé si le interesa mucho, no sé siquiera si se da cuenta. Pero el que quería acabar con la herencia del 68 y lo dijo de manera muy clara hace diez años fue Sarkozy. Pero tengo la sensación de que es un hecho que hemos acabado con el espíritu del 68, con la utopía, la ternura y el entusiasmo. En los 80 perdimos ese espíritu. Se nota cuando ves a la gente que hizo el 68 y ves cómo hablan ahora y algunos de ellos son pro Macron. No puedes venir del 68 y acabar con Macron sin que haya un problema. Hemos perdido ese espíritu en los 80, sin darnos cuenta. Nos ha costado entender que la fiesta se había acabado. Creo que hubo derrotas que fueron nuestras, que no analizamos con interés, hay cosas que no vimos. Creo que en la economía fuimos inocentes, la economía pura no nos interesaba en los 80 y 90, y todo lo importante vino de la economía, del conocimiento de las decisiones que se tomaban en el terreno de la economía. Y nosotros estábamos en la filosofía, en la política, en el mercado de trabajo. Ahora vemos que las decisiones no estaban ahí. El plano importante era el económico, deberíamos haber estado allí, pero lo hemos hecho 20 o 30 años más tarde".