La investigación por sedición acorrala al mayor Trapero
La Audiencia Nacional acumula pruebas de la “indudable” participación de quien fuera principal responsable de los Mossos en la estrategia para lograr la independencia de Cataluña al margen de la ley, y por desobediencia el 1-O, cuando "llegó a engañar" al Gobierno para permitir el referéndum ilegal. Los investigadores atribuyen a Trapero dos delitos de sedición
Madrid
El horizonte judicial para el exmayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, empeora a medida que avanza la investigación y el juzgado número 3 de la Audiencia Nacional acumula pruebas en su contra. Si en principio se enfrentaba a un delito de comisión por omisión de perseguirlo, los investigadores apuntan ahora a que con toda probabilidad, será procesado por dos delitos de sedición, cometidos los días 20 y 21 de septiembre, y durante el referéndum del 1 de octubre.
Para llegar a esta conclusión, según fuentes jurídicas, ha resultado relevante la declaración como testigo del coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, que ha confirmado los indicios recabados y desmontado la estrategia de defensa de Trapero.
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El coronel responsable de la coordinación policial el 1-O manifestó con “solidez” este miércoles que Trapero ni siquiera acudía en persona a las reuniones convocadas por el Gobierno para seguir el mandato judicial e impedir la consulta, y que incluso les "engañó", porque se comprometió a enviar a cada colegio electoral el dispositivo necesario para abortar la iniciativa, y al final, solo mandó a dos agentes por colegio, en contra de lo acordado en las reuniones de coordinación.
La defensa de Trapero ha alegado durante todo el procedimiento que el dispositivo de los Mossos el 1-O fue cosa de Pérez de los Cobos, pero el coronel negó de forma tajante la afirmación. Además, recordó que los Mossos eran autónomos. Él solo ejercía labores de coordinación y únicamente tenía mando sobre la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Pérez de los Cobos también incidió en que las dos asociaciones soberanistas bajo sospecha, tanto la Asamblea Nacional Catalana como Òmnium Cultural, dispusieron y ejecutaron el 1-O el argumentario para no actuar, que fue esgrimido a priori de forma reservada por Trapero a la junta de seguridad y coordinación, días antes de la consulta: la existencia de personas vulnerables en los colegios, niños y ancianos entre otros colectivos. Cuando los agentes llegaron a los colegios se encontraron a estos grupos de personas. Los investigadores sospechan que Trapero comunicó a los líderes de estas asociaciones qué colectivos colocar en los colegios electorales para que los Mossos tuvieran la "excusa perfecta" para no proceder a su cierre.
El contacto entre el expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, y el mayor Trapero ha sido constante. Durante el asedio a la Consejería de Economía en contra de los registros y las detenciones, el pasado 20 de septiembre, ambos mantuvieron 47 comunicaciones telefónicas en solo 12 horas, según el sumario judicial.
Según fuentes jurídicas, la Audiencia Nacional ultima ya la causa contra Trapero y puede procesarle por dos delitos de sedición, a no ser que el Supremo asuma antes su causa.