El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba una tregua en Siria de 30 días
Esta decisión, alcanzada por unanimidad en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, llega tras una semana de intensos ataques en Siria que ha dejado más de 500 muertos
El Cairo
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que demanda una tregua de 30 días en toda Siria con el fin de facilitar el suministro de ayuda humanitaria y las evacuaciones de heridos y enfermos. Tras varias jornadas de intensas negociaciones, finalmente Rusia respaldó un texto de compromiso, que salió adelante con el apoyo unánime de los quince Estados miembros.
La resolución, impulsada por Suecia y Kuwait, "demanda" a todas las partes del conflicto un alto el fuego humanitario de al menos 30 días en la totalidad del territorio sirio. La tregua, sin embargo, autorizará que continúen las operaciones militares contra grupos considerados terroristas por la ONU, incluidos el Estado Islámico o el Frente al Nusra.
El Consejo de Seguridad ordena que, una vez que el cese de las hostilidades sea efectivo, todas las partes permitan el acceso seguro de convoyes humanitarios de Naciones Unidas y sus socios a cualquier punto necesitado de ayuda. Además, exige que se facilite la entrada de personal sanitario para atender a heridos y enfermos y que se autorice a la ONU a llevar a cabo evacuaciones médicas cuando sea necesario.
La resolución fue negociada durante cerca de dos semanas por los miembros del Consejo de Seguridad, entre crecientes llamamientos internacionales a actuar ante los intensos ataques gubernamentales contra el feudo opositor de Guta Oriental, a las afueras de Damasco.
Más de 500 muertos en una semana
Esta decisión llega tras una semana de intensos ataques aéreos, de artillería y con misiles, que ha provocado al menos 510 muertos, entre ellos 127 menores, en la región de Guta Oriental, el principal bastión opositor a las afueras de Damasco, según el último recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Este sábado, al menos 32 civiles, de ellos ocho niños y ocho mujeres, perdieron la vida en bombardeos de aviones de guerra sobre las poblaciones de Duma, Harasta, Zamalka, Beit Saua y Al Shifunia, en una jornada en la que también fueron blanco de los ataques las localidades de Otaya, Al Mashabiya, Hush al Dauahra y Kafr Batna.
La ONG, que dispone de una amplia red de activistas sobre el terreno, contabilizó además más de 2.300 heridos en los pasados seis días de ataques atribuidos a las aviaciones de guerra siria y rusa y la artillería del Ejército gubernamental.
La Defensa Civil Siria, que lleva a cabo labores de rescate en zonas fuera del control del Gobierno, indicó en Twitter que sus equipos están "trabajando incesantemente para evacuar a los civiles heridos, en medio de una gran destrucción causada por los ataques aéreos a áreas residenciales por parte de los aviones de Rusia y el régimen sirio en la ciudad de Duma hoy".
Los heridos sufren la escasez de suministros médicos, debido al bloqueo impuesto sobre Guta Oriental por las fuerzas gubernamentales desde hace años y, en los últimos seis días, diez centros médicos han quedado fuera de servicio o con sus capacidades reducidas tras ser blanco de ataques.
El Observatorio denunció la dramática situación de los servicios sanitarios en el interior de Guta Oriental, donde sólo hay un médico especialista en cirugía vascular y neurocirugía y un ginecólogo y donde faltan otras muchas especialidades. No están disponibles muchos medicamentos esenciales, como antibióticos y compuestos para bajar la fiebre, así como material de primeros auxilios.
Además de la violencia, los habitantes de Guta Oriental -unos 400.000, según la ONU- padecen hambre por la carestía de productos, desde que el pasado miércoles los comercios cerraran sus puertas, y los precios de los víveres son muy elevados.