Las tres grandes incógnitas de la Copa Davis de Piqué

Era un secreto a voces que la Copa Davis se iba a remodelar, de hecho la ITF ya había dado pequeños pasos en esa dirección quitando el tie break del quinto set y abrazando alguna petición de los jugadores. También es un secreto a voces que el actual formato no funciona, desde que se quitara la aportación de puntos ATP por partido ganado y con la plaga de lesiones, la presencia de grandes jugadores en la llamada 'Copa del Mundo del tenis ha sido prácticamente testimonial.

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La idea de Piqué y Kosmos es muy similar a la que siempre se ha barajado en el mundillo como la gran alternativa, un evento grande a final de temporada y en una sede única. Un proyecto que soluciona muchos de los grandes problemas pero que también aporta algunos nuevos. Atrás quedaría el problema del atasco en el calendario y la eterna excusa de los jugadores sobre viajes a destiempo y los partidos extremadamente largos de la Davis. Por otro lado, también se acaba con el encanto de la Davis y la posibilidad de ver tenis en tu país más allá de los torneos ATP e ITF que se puedan disputar. Pero hay tres dudas:

1. ¿Por qué 18 equipos? La actual Davis tiene 16 equipos en el grupo mundial, un número redondo para cuadrar unos octavos de final y también incluso para hacer cuatro grupos de cuatro equipos. ¿Por qué cambiarlo? Pues es sencillo, aumentas dos plazas y ganas margen para invitar al anfitrión y a una segunda nación que pueda generar ingresos o interés. ¿Y si de repente un jugador de la India rompe a jugar? Es un mercado emergente y lo inteligente es invitar a ese país. Con 18 equipos puedes hacer seis grupos de tres equipos clasificando los seis primeros y los dos mejores segundos. 
2.  Sede fija. Al jugarse todo el torneo en una misma ciudad, centras el tiro y también la posibilidad de inversiones. Con los mejores jugadores del mundo en una misma ciudad y jugando por su país, la capacidad para atraer patrocinadores aumenta muchísimo y aún se puede segmentar más la publicidad. Un patrocinador para los partidos de España, otro para los de Serbia, y un tercero para las rondas finales. 
3. ¿Y qué pasa con las federaciones de cada país? Esta es la pregunta más seria. Hoy en día las federaciones más humildes, incluida la española, vive en gran medida de las eliminatorias que organiza en territorio español. Jugando en una misma sede y en una semana, todos esos ingresos desaparecen. ¿Cómo se sostendría el sistema? Es de suponer que la propuesta de Kosmos y Piqué contempla grandes premios para la federaciones que mejor resultado tengan, porque hay mucho dinero que podría dejar de ganarse. Y de ese dinero dependen becas a jóvenes, torneos de formación y muchos puestos de trabajo de entrenadores.