El Real Madrid conquista París

Ni los millones del jeque Al-Khelaifi, ni el ambiente artificial creado a base de bengalas y de apoyo a los ultras... El Madrid pudo este martes con todo eso y regresó de París clasificado para los cuartos de final de la Liga de Campeones en una nueva exhibición de su carácter ganador en esta competición, lo único a lo que se puede agarrar ya esta temporada.

Como se esperaba, Emery confió a Di María la responsabilidad de suplir al ausente Neymar y el argentino fue uno de los grandes protagonistas del partido. En el Madrid, la novedad estuvo en la entrada de Asensio, Kovacic y Lucas Vázquez en la línea de cuatro del centro del campo blanco.

Ese 4-4-2 le sentó muy bien a los de Zidane, que supieron templar bien el choque ante un PSG que tampoco buscó una remontada a lo loco. El problema para los parisinos es que durante muchos minutos no se acercaron a la portería de Keylor Navas, algo imprescindible para superar el 3-1 que encajaron en la ida.

De hecho, el Madrid pisó antes el área. Por ejemplo, en una pared de Cristiano con Lucas que acabó con el portugués por el suelo. No pitó nada el árbitro alemán Felix Brych en una acción más que complicada. Después, Sergio Ramos remató de primeras un buen centro desde la derecha de Asensio. Respondió Areola con una gran parada.

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Esos dos avisos hicieron que el PSG se empezara a dar cuenta de que no iba por buen camino. Tenía un problema en el centro del campo, donde Motta, Rabiot y Verratti no mostraron jerarquía alguna. Di María dio un paso adelante y se echó al equipo encima. Su primera oportunidad llegó en un libre directo que llevaba todas las intenciones del mundo pero que sacó Sergio Ramos a córner saltando en la barrera. Luego le ganó la espalda a Marcelo pero no supo encontrar un compañero en el área. En la tercera, volvió a percutir por la derecha aunque tampoco conectó con un Cavani que estaba en boca de gol.

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Mano a mano de Benzema

El Madrid también tuvo la suya para irse relajado al descanso. La bola le llegó a Benzema después de un error de Marquinhos. El francés se perfiló para buscar el disparo con la derecha aunque se encontró con la oposición del meta Areola, que limpió el peligro con su pierna izquierda. El último aviso fue para Mbappé, que en otra internada desde un costado no supo ver al 9 de su equipo en buena posición para, al menos, crear peligro.

Cuando llegó el descanso no olía a remontada. Eso sí, la Champions a veces da sorpresas enormes. Lo bueno para el Real Madrid es que es el conjunto que mejor conoce la competición y que mantiene un idilio con ella que se nota en los momentos clave, como este partido.

Cristiano, cabeza de oro

No tardó en ponerse de manifiesto. Porque la segunda mitad arrancó con dos jugadas casi calcadas a favor del equipo blanco. La primera fue un centro de Marcelo que Cristiano cabeceó asustando a las gradas -todavía humeantes por las bengalas- del Parque de los Príncipes. En la siguiente llegó el gol.

Fue en una acción espectacular de Asensio, que aprovechó un error de Alves y después le tiró un caño para conectar con Lucas Vazquez. El canterano sirvió la pelota al segundo palo y Cristiano resolvió la eliminatoria picando el balón en un remate imposible para Areola.

Quedaban 40 minutos de una eliminatoria ya imposible para el PSG. El paso de los minutos evidenció que el problema de este PSG no era solo la ausencia de Neymar. Tampoco se vio al mejor Mbappé y Verratti acabó expulsado después de dos amonestaciones que podía haber evitado perfectamente. No fue la noche del hombre que en verano sonaba para el Barça.

El PSG logró el empate a 20 para el final. Ocurrió de rebote, con Cavani marcando sin querer después de un cabezazo en plancha de Pastore, que había salido al terreno de juego en la segunda mitad. Era el 2-4 en la eliminatoria y no soplaban aires de remontada aunque los ultras parisinos lo celebraran con unas bengalas que delatan el trato del PSG a este tipo de aficionados.

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Cuando quedaba un cuarto de hora para el final, Bale entró en el campo sustituyendo a un Benzema que había desaprovechado una contra clara en la que llevaba la compañía de Cristiano. Si falla esa en el Bernabéu...

La oleada final del Madrid

No hizo falta ese gol por el 1-1 y porque el Madrid siguió buscando la portería de Areola por todos los medios hasta que la encontró Casemiro para hacer el 1-2. Después llegaron los palos, los remates de Cristiano. El Madrid se gustó y evidenció que tiene el punto de mira en esta competición que ha ganado tres veces en los últimos cuatro años.

El que mire la clasificación de la Liga o lo que pasó en la Copa dirá que no puede ser, pero cualquiera que conozca un poquito al club blanco sabe que, pase lo que pase, es muy raro quitarle el cartel de favorito. Eso sí, solo con esa condición no pasará a las semifinales. Tendrá que hacer actuaciones como las de los dos partidos ante el PSG.