Los presidentes del PSOE desconfían de la reforma de la financiación y admiten sus diferencias

Madrid

“Es evidente que la Ejecutiva federal tendrá que hacer un esfuerzo para armonizar posiciones aunque no lo tienes fácil, Pedro”, advertía este sábado el presidente de Aragón, Javier Lambán, a cuenta de la reforma de la financiación autonómica. Tan es así que el dirigente aragonés confesó que, en este asunto, tiene más cercanía con presidentes del Partido Popular que del PSOE con los que comparte una realidad territorial común. Si algo quedó claro en el debate entre los cuatro presidentes socialistas que acudieron a la escuela de gobierno del PSOE es que son conscientes de que defienden planteamientos distintos aunque partan del principio de igualdad entre españoles, vivan donde vivan. En cualquier caso, entre los socialistas cunde la desconfianza y ven bastante improbable que haya un nuevo modelo de financiación autonómica debido, eso aseguran, a la falta de voluntad del Gobierno.

En el debate vespertino de la escuela de gobierno socialista, fue Javier Lambán quien más alerto sobre la disparidad de criterios entre socialistas y quien con más claridad confesó su desconcierto: “Yo ya no sé si estamos en Granada”, llegó a decir, en referencia al documento en el que en 2013 todos los socialistas definieron su modelo federal como respuesta a las tensiones territoriales en España. “Nos ponemos imaginativos y hay Comunidades Autónomas que ponen sobre la Mesa distintas fórmulas”, lamentó el presidente de Aragón que, rompiendo la línea oficial del PSOE, dudó de que pueda abrirse una reforma constitucional por la que sigue apostando Pedro Sánchez. De hecho, el líder socialista peleó por la creación de una comisión en la Cámara Baja para hacer los trabajos previos de diagnósticos.

Lambán fue también el más pesimista también al valorar la posibilidad de que haya acuerdo sobre la financiación autonómica porque no ve que el Gobierno tenga intención de ponerse a ello. Si hay oportunidad, según el extremeño Guillermo Fernández Vara, será “en los próximos dos meses” porque, a su juicio, el clima preelectoral que viene hará que nadie quiere retratarse como “vencedor o vencido”. También se resistió a tirar la toalla Emiliano García Page (Castilla La Mancha) aunque quiso lanzar un aviso al Gobierno: que no intente “chantajear” al PSOE con la financiación autonómica para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para los que cree justificado el no del PSOE. La intención del Gobierno es aprobar las cuentas de 2018 el 27 de marzo en el Consejo de Ministros.

De una posición muy distinta a la de los citados barones socialistas parte Francina Armengol (Baleares), que defiende que se evolucione un modelo fiscal que nada tiene que ver, por ejemplo, con el de García Page. En la escuela de gobierno del PSOE quiso normalizar esta disparidad: “Queremos que se trate diferente a los ciudadanos de un territorio a otro? Yo diré no, pero cada territorio tiene sus diferencias y no pasa nada”, sostuvo Armengol. En esa línea se pronunció Guillermo Fernández Vara (Extremadura), quien reconoció los “matices” aunque apostilló: “Lo fundamental nos une”. “Por hablar tanto de lo que nos diferencia nos olvidamos de lo que nos unía, un proyecto común de país”.

A ese argumento se agarró el responsable de la ejecutiva federal que moderaba el debate, Patxi López, que subrayó que desde los distintos acentos y la pluralidad el PSOE tiene “un proyecto de país que se llama España”.

Faltaron tres presidentes autonómicos del PSOE, el asturiano Javier Fernández (que renunció a participar en una foto de unidad que no cree que sea real), Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana que celebra este fin de semana las Fallas, y la andaluza Susana Díaz, que 24 horas antes justificó su ausencia alegando un acto institucional. Los presentes quisieron confiar en que la reconciliación socialista vaya cuajando después de la dura batalla interna, pusieron paños calientes en sus declaraciones públicas aunque Fernández Vara no quiso ser complaciente con quienes han dado plantón a Pedro Sánchez: “Han perdido una oportunidad”, sentenció tras respetar, eso dijo, la decisión de cada uno.