El PP, "frustrado" porque Cifuentes le arruina la fiesta
Rajoy trata de salvar con su discurso la convención. Anima al partido, atacando a Ciudadanos
Cifuentes acapara el protagonismo del cónclave de los populares tras la polémica sobre su máster
Sevilla
Mariano Rajoy arengó a los suyos. Con la vista puesta en las elecciones de 2019, les pidió "salir a ganar con la cabeza bien alta". Eso sí, él en su intervención la agachó porque no aludió al escándalo de Cristina Cifuentes. Tampoco hubo ninguna propuesta nueva. Ni anunció a los candidatos, aunque su partido se lo había pedido para ponerse a trabajar con tiempo.
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Lo que el presidente hizo fue un discurso triunfalista, tratando de cerrar así el debate sobre su sucesión. Para ello reivindicó su gestión económica y su papel en Cataluña. Además, recurrió a la vieja fórmula de animar al partido, atacando al contrario. Tanto que se vio lo que ya le duele el ascenso de Ciudadanos en las encuestas. Y entró en campaña diciendo que los dirigentes de la formación de Albert Rivera son "parlanchines", "inexpertos lenguaraces" que no tienen ni idea de España.
Su intervención fue muy aplaudida por los populares. Al menos, logró cambiar por un rato las caras de funeral que habían mostrado durante todo el fin de semana. Aunque la mayoría de los cargos se fueron de la Convención bastante "apagados" porque esperaban un rearme ideológico que les sirviera para recuperar la iniciativa política.
En Génova piensan que sus compañeros sí se van "con las pilas cargadas". Pero, la verdad, es que al hablar con ellos se les notaba desmoralizados. Muchos confesaban su "frustración" porque la presidenta madrileña les había arruinado la fiesta.
Cifuentes marcó desde el primer minuto la agenda, compareciendo ante los periodistas minutos antes de que arrancase la convención. Su presencia ante los medios durante el finde de semana fue constante, a pesar de denunciar que se sentía acosada.
Consiguió, además, que el presidente del Gobierno le mostrase públicamente el apoyo del partido y fue recibida por los suyos en pie, y con una ovación. Cifuentes obtuvo el respaldo que buscaba, aunque de puertas para fuera. Muchos miembros del PP siguen sin creerse sus explicaciones sobre el máster. Hay quien dice que estamos ante un serial de final incierto.
Cifuentes les incomodó y no solo por el escándalo de su máster, tambien por su excesivo protagonismo.
Para algunos conservadores se ha "aguirrizado" porque, como la expresidenta, ya va rodeada por su guardia pretoriana y hasta se descalza para subir a una cinta de correr con tal de hacerse la foto.
Ayer, sus colaboradores respiraban algo más tranquilos. Señalando al PSOE como culpable de la filtración. Recuperaron la teoría de la conspiración y aquello de que todo esto es un trama contra el PP que se utilizó cuando estalló el 'caso Gürtel' en 2009. Algo que preocupa a muchos populares, molestos porque su formación no aprende de los errores del pasado.