Se cumplen veinte años del disco indie nacional que marcó una época

Madrid

Te pueden gustar más o menos pero hay algo que se no puede negar, Los Planetas marcaron el camino en la música indie española. Ahora, los granadinos cumplen veinte años de la publicación de ‘Una semana en el motor de un autobús’ en medio de lo que puede parecer un amago de resurgimiento de Jota, Eric, Florent, Banin y Julián con su último LP 'Zona temporalmente autónoma'.

La banda granadina publicó su tercer disco el 13 de abril de 1998, un elepé que marcó la década de los 90 y que se convirtió en la gran obra maestra de Jota y compañía. El álbum llegó a alcanzar el puesto 20 en la lista de ventas españolas en pleno auge de Alejandro Sanz, The Corrs y Backstreet Boys. La revista Rockdelux lo eligió como mejor álbum nacional de 1998, segundo mejor de la década de los noventa y decimoctavo mejor del siglo XX.

Esta publicación no solo sobresale por ser pionera en el panorama indie español sino también por todo lo que rodeó a su grabación. "La historia del disco que casi acaba con Los Planetas" la cuenta el periodista Nando Cruz en el libro que recupera el título del LP y la remata Eric Jiménez en "Cuatro millones de golpes".

Destacan "Segundo premio", "La playa", "Cumpleaños total" y "La copa de Europa" en un álbum redondo y muy digerible que habla del desencanto posadolescente, del amor y del desamor. Hay quien dice que el título iba a ser "Toxicosmos" pero una conversación cotidiana entre Jota y un amigo le hizo cambiar de idea. 

Con el 15º aniversario de este trabajo, los granadinos lo interpretaron íntegramente en el Primavera Sound 2013 de Barcelona y Portugal. Ahora solo queda esperar que sorpresa tienen entre manos, pero seguro que pronto tendremos noticias.

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La peculiar intrahistoria

Los Planetas ya estaban en la "carretera" desde 1993, de hecho contaban con dos discos y un EP en el mercado: 'Medusa', 'Super 8' y 'Pop'. Sin embargo, cuatro años después de su nacimiento, el grupo estaban al borde de la desaparición. May, bajista y ahora exnovia de Jota, abandonaba la formación junto al batería Raúl Santos.

Esto obligó al vocalista a reestructurar la banda ya que las idas y venidas de Florent Muñoz, fundador de la banda, tenían a Jota mosqueado. Algo que se plasmará en ‘Una semana en el motor de un autobús’. Los Planetas se completaron con el batería Eric y con el teclista Banin que por aquel entonces sirvió de parche de Florent cuando no estaba. El bajista escocés Kieran Stephen, Jesús Izquierdo y Fernando Novi, pasaron temporalmente por el grupo.

Tras un año trabajando en el disco, fue entonces cuando Los Planetas repescaron al productor de su anterior trabajo 'Pop', Kurt Ralske, y volaron a Nueva York para grabar lo que iba ha sido su obra capital. Se registraron todos los instrumentos a la vez buscando, según el dijo Florent en una entrevista a EFE en 2013, "la simbiosis de melodía y distorsión" en un disco que sabían que iba a ser "importante". Incluso llegó a decir que la grabación fue "dura" y que el motor de aquel metafórico vehículo a la cima "se gripó" y que "hubo que bajarse de él, empujar, tirarlo por la cuesta y volver a arrancarlo".

La relación entre Jota y Florent perfila bastante este disco icónico que hoy en día es muy difícil de encontrar a no ser que quieras hacer un desembolso de más de 250 euros en vinilos de segunda mano. Algo parecido sucede con el libro de Nando Cruz del que hemos hablado. Esto solo es un ejemplo de la mística que rodea al disco que hizo florecer el indie en España: 'Una semana en el motor de un autobús'.