La sombra de los Castro es alargada

La Habana

Más allá de la novedad, histórica, de tener a alguien al mando con un apellido que no sea Castro, dejando de lado que el habitual color caqui militar de los héroes de la Revolución será sustituido desde hoy por la guayabera e incluso la corbata, si la ocasión lo requiere, de Díaz-Canel, no parece que haya llegado el momento de cambios profundos.

Así se ve estos días en las calles de La Habana, donde no es raro encontrarse con quien ni siquiera sabe que está reunida la Asamblea que debe elegir un nuevo Consejo de Estado. Otros, aunque conscientes del momento, no le dan más importancia. “No se ve nada alarmante, todo sigue normal, como la vida cotidiana. Todo está muy tranquilo y eso es bueno, siempre la tranquilidad es buena”, nos comenta Jorge, que a sus 42 años y tras pasar 12 en Estados Unidos decidió volver a Cuba hace dos, cuando todo parecía estar en movimiento. Ahora conduce un taxi ilegal por los problemas burocráticos que ha tenido para conseguir licencia.

Desde algunos de los medios independientes que funcionan en la Isla apuntan en la misma dirección. “Llevamos en portada una ilustración diciendo que lo que ha pasado hoy es un gran teatro, todo escenografía, sin ningún impacto real en la vida de las personas!, comenta José Hassán, coordinado de El Toque. “La gente no esperaba nada, por eso adelantaron la sesión un día, y alargaron su duración, para levantar interés. Pero el resultado es el mismo, no ha cambiado nada”.

En el mundo académico también comparte análisis, aunque con matices. El profesor y diplomático Carlos Alzugaray destaca que “los cambios en Cuba tienen que ser al ritmo que nos permita la vida, y la vida aquí es compleja: hay muchas generaciones, mucha gente....” para después añadir que el proceso de cambio sí ha empezado y va a seguir. Pero al ritmo cubano.

Díaz-Canel estará acompañado en el nuevo Consejo de Estado por algunos de los históricos de la Revolución, que han sido reelegidos pese a tener casi la misma edad que Raúl Castro, quien además seguirá siendo el máximo líder del Partido Comunista Cubano, posición desde la que tutelará la misión del nuevo presidente. Continuidad. Ritmo cubano