Miles de nicaragüenses piden que se vaya Daniel Ortega
La marcha atrás en su polémica reforma de la Seguridad Social no ha servido para detener las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega. En el séptimo día de movilizaciones, miles de ciudadanos mantienen su protesta contra el gobierno de Nicaragua.
Managua
La reforma de la Seguridad Social fue la gota que colmó el vaso, pero detrás había mucho más. “Esto se ha extendido con la insatisfacción popular por todos los fraudes electorales, por toda la represión, por la falta de libertad de expresión del pueblo”, explica Ángela, nombre ficticio de una de las manifestantes que prefiere mantener en secreto su identidad real. “Aquí tienes que tener una carta sandinista para poder acceder a un empleo, y la sociedad ya se ha cansado”.
Pese a la represión ordenada desde el Ejecutivo, los ciudadanos que han tomado las calles mantienen sus reivindicaciones y aseguran estar dispuestos a aguantar hasta el final. “No vamos a parar hasta que el presidente y la vicepresidenta se marchen. Once años ya es mucho tiempo, ya hicieron, ya robaron, ya tienen suficiente…. Dejen a Nicaragua respirar”, advierte Sergio, estudiante de Enfermería.
Organizaciones de la sociedad civil cuentan una treintena de muertos por la represión desencadenada por los paramilitares y la policía, y advierten de que además hay decenas de desaparecidos desde el miércoles pasado. Según aseguran, el gobierno ha dado la orden a los hospitales para que no atienda a los centenares de estudiantes que están resultando heridos. La manifestación pacífica convocada este lunes en Managua abarcó unos siete kilómetros de calles de forma ininterrumpida, algo que no se había visto en las últimas décadas.
El presidente Daniel Ortega se ha mostrado dispuesto a dialogar sólo con los empresarios, un sector que hasta el momento respaldaba su presidencia autoritaria, pero que ahora está apoyando las protestas y exige el fin de la represión para abrir una vía de negociación. “Esto no a acabar hasta que se forme una mesa donde esté incluida la sociedad civil y los estudiantes para conseguir cambios reales en este país, que incluyan la celebración de elecciones libres”, concluye Ángela.