Dos años de calvario para el PP
La minoría parlamentaria del Gobierno y la corrupción siguen lastrando al Partido Popular en esta legislatura
Madrid
Mariano Rajoy arrancó su segundo mandato en octubre de 2016 con el único apoyo de Ciudadanos, gracias al pacto de investidura que firmaron el PP y el partido de Albert Rivera. Una alianza que con el paso de los meses se ha ido resquebrajando. Ahora mismo, ambos partidos batallan por liderar el centro-derecha y no ahorran en acusaciones y reproches mutuos. Ya no es extraño ver a Ciudadanos, junto al resto de la oposición, intentando derogar algunas de Ias leyes más polémicas de los populares.
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Esa falta de apoyos en el Congreso ha tenido más consecuencias para el PP, que no ha podido evitar la reprobación de cuatro ministros del gobierno: los titulares de Interior, Justicia, Hacienda y Exteriores. Tampoco, que el presidente Rajoy se haya tenido que someter a una moción de censura o que la cámara investigue la presunta financiación ilegal del partido.
Precisamente la corrupción sigue siendo el gran talón de Aquiles de los populares. El PP no dudó en mostrar su apoyo al entonces presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, investigado por presunta corrupción. El Coordinador general de los populares, Fernando Martínez Maillo, se dirigió a él en un acto asegurando que tenía todo el afecto, y el apoyo del partido “porque es de justicia, porque eres una persona honrada e intachable”, añadió. Ante ante la presión judicial y política, con Ciudadanos dispuesto a apoyar una moción de censura promovida por el PSOE, Sánchez tuvo que dimitir semanas después, tras ser imputado por fraude y cohecho.
Abril de 2007, un mes negro para el PP
Eso ocurrió a principios de abril de 2017, un mes negro para el PP, ya que pocos días después la Guardia Civil arrestó al ex presidente madrileño, Ignacio Gónzalez, en el marco de la operación Lezo, por el desvío de fondos en el Canal de Isabel II. Una detención que arrastró a Esperanza Aguirre, forzada una vez más a dimitir, en esta ocasión como portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid.
Pero si hay una imagen incomoda para el Partido Popular, es la del presidente del Gobierno declarando como testigo en la Audiencia Nacional por la trama Gürtel.
Ni la retranca de Rajoy explicando el contenido de su famoso sms a Bárcenas , puedo suavizar los efectos de una foto como ésta, la del jefe del Ejecutivo sentado en un tribunal, preguntado por las presuntas irregularidades de su partido.
El PP va de sobresalto en sobresalto. El último ha sido el “caso Cifuentes”. Recibida por los suyos entre aplausos en la convención de Sevilla, en plena marejada por su polémico máster, Cristina Cifuentes incluso consiguió allí que Rajoy la apoyase públicamente. Sin embargo ha sido el vídeo de la expresidenta madrileña y las cremas, el que ha provocado su renuncia.
El PP consiguió que se cerrase un caso pero ya se ha abierto otro, la imputación del exministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, por el caso Lezo. Y es que en el PP no hay respiro.