Ignacio González era el "conde" del millonario pelotazo de Emissao
Documentos incautados a la mano derecha del expresidente madrileño, Edmundo Rodríguez, revelan con detalle cómo ejecutaron en 2013 el reparto de la mordida de 5.4 millones de dólares por la ruinosa compra de la empresa brasileña Emissao, y el empleo de pseudónimos para referirse a los participantes en la operación. González era el "conde" y Rodríguez el "general" de la supuesta estafa, que causó un agujero de 25 millones de euros al erario público
La documentación también revela cómo escondieron el dinero en paraísos fiscales, sociedades interpuestas y propiedades inmobiliarias
Madrid
El juzgado número 6 de la Audiencia Nacional que instruye la operación Lezo, acaba de poner a disposición de las partes la documentación incautada en el domicilio de Colombia de Edmundo Rodríguez Sobrino, el expresidente de Inassa, la filial latinoamericana del Canal Isabel II, y mano derecha del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Entre otros, han sido requisados documentos manuscritos a los que ha tenido acceso la Cadena SER, que a juicio de los investigadores revelan cómo ejecutaron los imputados el reparto de la mordida de 5.4 millones de dólares (4.6 millones de euros) por la compra de la empresa brasileña Emissao, así como el uso de pseudónimos para referirse a los aludidos y el desvío del dinero a cuentas bancarias en la República Dominicana o Panamá. También el empleo de sociedades interpuestas y testaferros para ocultar el dinero.
Según esa documentación, alguien llamado el “conde” obtiene, supuestamente, 1.8 millones de dólares, mientras que otras cuatro personas, denominadas el “Gral”, posible abreviatura de General, “Abuelo”, “Maradona” y “Moro”, se reparten 0.9 millones cada uno.
Los investigadores afirman que el “conde” es el apelativo para identificar al expresidente Ignacio González, mientras que el “Gral” es Edmundo Rodríguez Sobrino. El pseudónimo “Moro” se corresponde con el exdelegado del Gobierno en Ceuta y amigo personal de González, Luis Vicente Moro, y “Abuelo” y “Maradona” son los empleados colombianos de Inassa, Ramón Navarro y Diego García Arias respectivamente.
Las cifras del reparto que figuran en el documento incautado a Edmundo Rodríguez, coinciden con precisión con las confesiones de los propios Navarro y García Arias, perceptores ambos de parte de las comisiones ilícitas. Sobre todo García Arias relató con detalle cómo González, él mismo y el resto cobraron con exactitud esas mismas mordidas antes de que se hiciera pública la existencia de este documento, lo que aporta mayor verosimilitud a su relato, según fuentes jurídicas.
Los documentos manustritos del domicilio de Edmundo Rodríguez también revelan que los pagos fueron ejecutados en tres remesas, los días 1, 10 y 20 de diciembre de 2013; y que el “Gral” Rodríguez Sobrino supuestamente guardó la parte correspondiente a González. Según la confesión de Diego García Arias, porque el expresidente madrileño estaba “de mierda hasta arriba” por la investigación de su ático en Marbella, y no podía disponer de fuertes sumas en efectivo.
Además, la documentación refleja que el dinero fue transferido a cuentas bancarias en la República Dominicana y Panamá, y cómo fueron empleados tanto testaferros como sociedades interpuestas para supuestamente, ocultar el dinero. Los papeles de Edmundo Rodríguez también desvelan posibles planes para invertir parte del dinero negro en la adquisición de propiedades inmobiliarias en Madrid para retornar el capital y blanquearlo.