La primera 'robomosca' aprende a volar sin la necesidad de baterías
La Universidad de Washington desarrolla un sistema que permite volar al minúsculo insecto de metal
Madrid
En 2009, la Universidad de Harvard presentaba a 'RoboBee', su primera abeja robótica. Un diminuto insecto, de apenas tres centímetros, que se convertía en el primer robot alado de estas dimensiones capaz de llevar a cabo un vuelo controlado. Tras su presentación, los investigadores explicaron que su intención era la de crear una colonia robótica de abejas y llevar a cabo distintas acciones con ellas.
Durante los próximos años, los investigadores otorgaron a 'RoboBee' la habilidad de sumergirse bajo el agua e incluso de nadar agitando sus alas y la posibilidad de posarse sobre superficies horizontales, pegándose gracias a la electricidad estática. Sin embargo, el peso de la batería impedía a este insecto levantar el vuelo, que tan solo podía planear para alcanzar nuevos objetivos. Por esa misma razón, estos investigadores han estado trabajando en una alternativa.
De 'RoboBee' a 'RoboFly'
Después de varios años de investigación, la Universidad de Washington ha presentado a 'RoboFly'. Una versión mejorada del 'RoboBee' presentado en 2009 capaz de mover sus alas sin la necesidad de un motor. Todo ello gracias a un sistema que consiste en una pequeña célula fotovoltaica, que funciona a modo de antena.
Tras emitir un rayo de luz sobre la célula fotovoltaica, el sistema de la mosca robótica es capaz de reconvertir el destello en electricidad. Tal y como explican los desarrolladores de la mosca, los siete voltios obtenidos por la célula son transformados en 240 voltios. Gracias esta energía, el insecto es capaz de volar sin la necesidad de ningún tipo de batería externa. Todo ello a partir de diferentes impulsos.
El futuro de las 'robomoscas'
En el blog de la Universidad de Washington, el ingeniero Shyam Gollakota, uno de los responsables del proyecto, explica que, al menos por el momento, el láser que permite volar a la 'robomosca' no tiene un sistema de seguimiento. Por esa misma razón, en cuanto comienza a volar, deja de recibir energía y, por lo tanto, aterriza de nuevo.
De cara al futuro, la compañía está desarrollando un sistema capaz de mantener el láser apuntando en todo momento a la célula fotovoltaica del insecto en tiempo real. Sin embargo, y hasta que este sistema no esté desarrollado por completo, el insecto tan solo podrá realizar vuelos cortos, como el que han mostrado en el vídeo. Por otro lado, el equipo también estudia utilizar señales de radio para alimentar al insecto de energía durante su vuelo.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...