Crisis, pobreza, violencia y escasez definen a Venezuela

Madrid

Venezuela ha llegado a una situación de crisis social y económica, derivada de años de malas decisiones políticas y económicas que incluyeron la expropiación de empresas, la congelación del sistema productivo del país y un control cambiario que no ha hecho sino devaluar la precaria moneda nacional.

El país petrolero por excelencia, tiene una inflación que llega al 14.000%, con una pobreza extrema cercana al 60%. El padre Jose de Jesús Palmar Morales que es de Maracaibo, es sacerdote, periodista, gaitero, cocinero poeta y devoto de la virgen. Es de Maracaibo, pero ha tenido que huir este año y ahora vive en Estados Unidos.

El, que era conocido como el cura de los pobres, es quien nos va llevar por el relato de la situación social de Venezuela: "un día llegó a  mi iglesia una madre con un niño en brazos, que se veía que estaba enfermo. Pedía una medicina que llevaba una semana buscando por todas las farmacias y centros de la región, sin éxito. Venía exahusta. La metí en la iglesia, le cogí al niño y lo puse en una camita, mientras prepraba un poco de agua y algo de comer. Cuando me acerque al niño, apenas se movía, poco despues estaba muerto. Había muerto de hambre. ¿Cómo es posible en el nombre de quién, el país que tiene una de las mayores riquezas petroleras, deja a su gente morir de hambre y de falta de medicamentos?".

Desde su iglesia de Maracaibo organizaba tras la misa una comida comunal que para muchos era el único alimento caliente del día. A cambio pedía a los venezolanos que saliesen a la calle y protestasen por la situación. Eso le convirtió en un elemento social incómodo para el régimen de Maduro: "siempre había criticado a los que huían. A los que se marchaban del país y no se quedaban para luchar. Pero resulta que yo me ví en la situación de estar amenazado día y noche, primero por el Alcalde de la localidad que terminó convertido en Gobernador. Si como alcalde me mandaba a la policia local a que me amenazara, como Gobernador, me iba a hacer la vida imposible, a mí, a mi Iglesia, a mi familia y a los fieles. Llegó un momento, tras el último susto, que decidí marcharme".

Pero sus críticas no van solo hacia el gobierno, también contra la ineficaz oposición y contra la iglesia católica en la figura del Papa Francisco, de quien dice que se fía de unos asesores que no tienen ni idea de lo que realmente pasa en Venezuela. "Durante años he luchado solo. La iglesia no me ha apoyado hasta hace poco tiempo. Un par de años. Y empezaron siendo otros párrocos ya viendo la situación en la que estaba el país, que vieron la necesidad de unirnos de hacer algo. Ya no es una cuestión política ni económica, es una cuestión de fe y de supervivencia".

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El Padre Palmar, vive ahora exiliado en Florida, desde donde continúa batallando por devolver Venezuela a la normalidad democrática.