Trump viaja al G7 más aislado que nunca
Francia y Canadá encabezan una coalición contra las medidas proteccionistas de EEUU
Washington
Se acaban las palabras cordiales entre viejos aliados. Las palmadas en la espalda, las poses sonrientes ante los fotógrafos. El apretón de manos entre Donald Trump y el resto de líderes será esta vez más tenso que nunca.
La imposición de tarifas al acero y al aluminio ha colmado la paciencia de los socios de Estados Unidos. Para el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, la justificación de la seguridad nacional para aumentar los gravámenes "da risa", porque se trata de países aliados con los que comparten información de inteligencia a diario.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido que Estados unidos puede ser excluido de una declaración conjunta al final del encuentro. "Al presidente estadounidense puede que no le importe estar aislado", dice en Twitter, "pero tampoco nos importa firmar un acuerdo entre seis países si es necesario".
Pero Trump es consciente. Tanto que no se va a quedar hasta el final de la cumbre. A última hora de este jueves la Casa Blanca confirmaba que el presidente se irá el sábado a primera hora. La excusa: va a Singapur, a preparar la reunión que tendrá con Kim Jong Un el martes que viene. El G7 termina el sábado por la anoche.
Aun así Trump ha respondido a sus homólogos. "Por qué nadie en la Unión Europea y Canadá informa al público que, durante años, han usado tarifas comerciales masivas y barreras comerciales no monetarias contra EE.UU. Es totalmente injusto para nuestros granjeros, trabajadores y compañías. ¡Eliminen los aranceles y las barreras o las igualaremos!"
En otro tuit, Trump acusó a Trudeau de estar "tan indignado" sobre los aranceles pero "no saca a relucid que nos cobran hasta un 300% más en productos lácteos, lo que perjudica a nuestros agricultores, están matando nuestra agricultura", escribió.