Francia y Alemania abogan por reforzar el control policial en las fronteras de la UE
Merkel y Macron han avanzado la creación de una Agencia Europea de Inmigración para coordinar el proceso de asilo
Berlín
Los líderes de Alemania, Angela Merkel, y Francia, Emmanuel Macron, han acordado un presupuesto común para la eurozona y coinciden en que hay que incentivar la política exterior para frenar la crisis migratoria. En una intensa comparecencia, ambos han anunciado que ambos países han llegado a un acuerdo en esta materia.
En Meseberg, a las afueras de Berlín, en una comparecencia conjunta con Macron, Merkel ha anunciado que ambos países abogan por un mayor refuerzo en las fronteras de la Unión Europea, con la incorporación de 10.000 agentes más a Frontex y la creación de una Agencia Europea de Inmigración que coordine todo el proceso de asilo además de apoyar a los países miembros más afectados.
También ha habido acuerdo del eje franco-alemán en materia económica. Tanto Francia como Alemania están dispuestos a que la Unión Europea cuente con un presupuesto común que se lleve a cabo en el marco de las actuales estructuras presupuestarias de la UE y la conversión del fondo de rescate —denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)— en una versión europea del FMI y así se lo van a proponer al resto de líderes europeos en la cumbre comunitaria del próximo 28 y 29 de junio.
Precisamente en el borrador de conclusiones de ese Consejo Europeo que se celebrará a finales de julio se prevé la creación de una especie de campamentos o plataformas fuera de las fronteras europeas para la gestión de refugiados. El borrador de conclusiones de esa próxima cumbre incluye, como pedía Austria, una propuesta para desembarcar inmigrantes y refugiados fuera de las fronteras de Europa. Estas 'Plataformas Regionales de Desembarco', como se les denomina en este documento, tendrían que contar con la cooperación de ACNUR y en ellas se intentará identificar a los migrantes que tendrían derecho a solicitar el asilo y, por tanto a llegar a Europa.
Esta es una propuesta alternativa a las llamadas 'cuotas de reparto solidario', que durante más de tres años han bloqueado el debate europeo y cuyo futuro, ahora, ya no parece tan claro.