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Mundial de Rusia

España pasa a octavos primera en un final con mucho vértigo y mucho VAR

La Roja sufrió contra Marruecos y solo logró el empate gracias a un gol de Aspas en el descuento en el que intervino el VAR

Aspas marca el gol de España para empatar ante Marruecos. / GONZALO FUENTES (REUTERS)

Vértigo, incertidumbre, locura... Es lo que nos está dando este Mundial. Ha quedado claro en el final de los dos partidos que han decidido el grupo B, en el que estaban España y Portugal. Porque la Roja, que iba perdiendo contra Marruecos, empató al final gracias a un tanto de Aspas revisado por el VAR. Y Portugal, que ganaba, empató tras un penalti lanzado por Irán -revisado también por el videoarbitraje- para terminar como segunda. Más tensión, imposible.

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Solo un cambio metió Fernando Hierro en el once de este partido en el que España estuvo lejos de su nivel: meter a Thiago por Lucas, que a su vez había entrado en el segundo partido por Koke respecto al primero... Era como una vuelta a los orígenes, el del centrol en el centro del campo, aunque con una cara diferente.

El estilo de España fue el mismo que viene desplegando en este Mundial y en los meses anteriores con Lopetegui. Había que controlar el partido con los Silva, Iniesta e Isco buscando la referencia de Diego Costa. Pronto se vio que todos esos jugadores querían asociarse, pero también se destaparon los nervios de Amrabat, que inició muy pronto una guerra sin cuartel con Sergio Ramos.

Lío entre Iniesta y Ramos

En esas llegó el primer tanto del partido, fruto de un malentendido entre Andrés Iniesta y Ramos. Tenía la bola cerca de la divisoria el de Fuentealbilla. El control se marchó un poco largo. Ramos podía haber llegado, pero pensó que lo haría Iniesta. Y a Iniesta le pasó lo mismo. El que no dudó fue Boutaib, que se llevó el esférico y metió la directa hacia la portería de David de Gea para batirlo con un tiro abajo que entró entre las piernas del meta del United.

Se complicaba la tarde para España con este gol. En el otro partido, Portugal empataba con Irán. La Roja era en ese momento segunda por tener más goles a favor que el equipo asiático. Lejos de hacer números, Andrés Iniesta se echó al equipo a sus espaldas y empezó a desplegar sus habilidades sobre el césped del estadio de Kaliningrado.

Isco logró el empate

Así, solo cinco minutos después se inventó una combinación que acabó con un tanto de Isco para subir el empate de España al marcador. Arrancó, se apoyó en costa, profundizó por el costado derecho y envió el balón atrás para que el jugador del Real Madrid rematara la faena. Otra vez Iniesta.

El partido cambió de color y España se convirtió en el equipo dominador, aunque de nuevo tuvo que ver a Boutaib en un mano a mano con David de Gea. En esta segunda ocasión, el portero le tapó todos los espacios al delantero.

Hasta el descanso, el equipo de Hierro, liderado por el manchego más famoso de Japón, acorraló a Marruecos. Ayudaron los huecos dejados por Achraf en su lado, pero también la inspiración de los jugones de España. Diego Costa demostró estar en sintonía con ellos, pero le faltó puntería en las dos ocasiones en que le llegó la pelota con posibilidad de disparar al marco de Munir. En una de ellas, después del enásimo jugadón de Iniesta apareciendo por un costado, el de Lagarto tocó sutílmente pero le sacó la pelota el portero marroquí.

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Nervios en España

En la reanudación Portugal ya le ganaba a Irán y este empate le valía a España para ser segundo. Eso le hacía enfrentarse el sábado en octavos de final a Uruguay, que ha pasado con un pleno de victorias en el grupo A. Tuvo Portugal la ocasión de cerrar el liderato del grupo de penalti, aunque Cristiano Ronaldo no logró batir a Ali Beiranvand.

Todo seguía en un puño y con los nervios a flor de piel. Se notó en una salida de De Gea ante Boussoufa, así como en un disparo de Amrabar a la cruceta. España caminaba por el alambre y muchos seguidores de la Roja ya esperaban más el segundo de Portugal que el de su propio equipo para vivir el partido más tranquilos.

España no se conformó y pudo hacer el segundo en dos cabezazos consecutivos en un solo minuto. El primero, de Isco, lo sacó bajo palos Saiss. El segundo, de Piqué, se fue junto a uno de los palos de la portería de Munir.

Final de infarto

Pero el juego no era el que se esperaba de la Roja. Quizá por eso Hierro pensó en cambiar a dos hombres a falta de veinte minutos para el final. Entraron Iago Aspas y Marco Asensio por Diego Costa y Thiago Alcántara. Pero el jarro de agua fría llegó en un saque de esquina para Marruecos que En-Nesyri transformó en el segundo gol de su equipo. España estaba dentro de los octavos, pero la imagen era incluso peor que el resultado. Dos goles -uno de Irán y otro de Marruecos- le dejaban en la cuneta.

La tranquilidad llegó en el 90' con el gol de Iago Aspas que dio por válido el árbitro después de la intervención del VAR. Uno de los goles más largos de la historia de España. Mientras, había un gol a favor de Irán en el otro partido. Marcaron los asiáticos para ser primeros. Ver para creer.

Alfredo García

Alfredo García

Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...

 
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