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POLÍTICA MIGRATORIA DE TRUMP

Aceptar la deportación a cambio de reunirse con sus hijos

Abogados de los migrantes detenidos denuncian que las autoridades federales utilizan a los menores como moneda de cambio para forzar las deportaciones a sus países de origen

Familias migrantes son procesadas en la Estación Central de Autobuses antes de ser trasladadas a Caridades Católicas hoy, martes 26 de junio de 2018, McAllen, Texas (EE.UU.). / LARRY W. SMITH (EFE)

Familias migrantes son procesadas en la Estación Central de Autobuses antes de ser trasladadas a Caridades Católicas hoy, martes 26 de junio de 2018, McAllen, Texas (EE.UU.).

McAllen

Los migrantes detenidos y separados de sus hijos al cruzar la frontera de manera ilegal denuncian ante sus abogados que están siendo “chantajeados” por las autoridades federales para volver a ver a sus hijos a cambio de que firmen la deportación voluntaria a sus países de origen, la mayoría centroamericanos.

“Es extorsión”, dice Efrén Olivares, director racial y de justicia económica de Texas Civil Rights Project. Su organización, que hasta la fecha ha registrado el testimonio de 381 padres separados de sus hijos, ha recibido estas denuncias. “Si le pones alguna condición a la deportación, hace que no sea voluntaria y por lo tanto es ilegal”, asegura en su despacho de Álamo, al sur de Texas.

Antes de la política de tolerancia cero que anunció la administración Trump en abril, la organización tenía registrados numerosos casos en los que los agentes de migración amenazaban con acusar a los indocumentados de traficantes de personas si no aceptaban la deportación. “Si fueron detenidos conduciendo, al que iba al volante le decían que firmara la salida voluntaria porque si no, le iban a acusar de trata de personas al ser él el que transportaba a un primo, un amigo, un vecino… Eso ya de por sí es inválido. Pero es aún más grave cuando el chantaje es para volver a ver a tu hija de seis años”.

Se refiere Olivares al caso de un hombre hondureño, identificado como Carlos, que dio su testimonio a The Tribune Texas. Carlos, detenido en la prisión IAH Polk County, asegura que al menos a más de 20 migrantes les hicieron elegir entre reunirse con sus hijos o la deportación voluntaria. Carlos accedió con firmar la deportación y abandonar sus trámites de asilo por temor a no volver a ver a su hija, de seis años, a la que no ve desde que fueron separados a finales de mayo.

“Me dijeron que no me deportarían sin mi hija, que nos encontraríamos en el aeropuerto”, dice Carlos. “Pero firmé por desesperación. La verdad es que no puedo regresar a Honduras, necesito ayuda”. Según su relato, huyó de su país por la violencia, hizo un viaje de diez días con un coyote que le cobró 7,000 dólares y, tras cruzar Río Bravo, en la frontera entre Tamaulipas y Texas, se entregó a la Patrulla Fronteriza para solicitar asilo.

Otras organizaciones, como Tahirih Justice Center, también han recibido testimonios de otros migrantes con versiones similares. Muchos temen no volver a ver a sus hijos nunca más.

Olivares pide a las autoridades que detengan las deportaciones hasta que no se reúnan a todos los hijos con sus padres, ya que hay riesgo que las separaciones se vuelvan permanentemente. Todavía quedan más de 2,000 menores solos, en detención. “Estamos ante una carrera contrarreloj”, dice. “Ya tenemos casos de padres detenidos que no aparecen en las listas de la Patrulla Fronteriza ni de Migración. Eso quiere decir que o los han liberado o los han deportado. El problema es que sus hijos siguen en algún albergue de Estados Unidos”. Y también hay casos a la inversa, de menores deportados con sus padres todavía en centros de detención estadounidenses.

Las autoridades separaron a más de 2,500 menores de sus padres al cruzar la frontera de manera ilegal, en un periodo de seis semanas entre mayo y junio. Muchos han sido trasladados a albergues de otros 15 Estados, según informa el Washington Post.

La política de tolerancia cero del presidente ha provocado un caos político pero también administrativo. Las agencias encargadas de gestionar la migración no estaban preparadas para detener y procesar judicialmente a todos los migrantes, tampoco para la separación de sus hijos. Operan de manera independiente, no comparten bases de datos y responden a departamentos (ministerios) diferentes.

La Agencia de Inmigración y Control de Aduanas ha publicado un comunicado en el que asegura tener una estrategia para reunificar a las familias separadas "para que puedan volver juntas a sus países de origen". Pero no da detalles de cómo va a ser el procedimiento, ni qué va a pasar con los padres que busquen asilo en Estados Unidos.

 
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