El mundo, pendiente de Cristiano Ronaldo, el Real Madrid y la Juventus

El movimiento de Cristiano Ronaldo es como el de una placa tectónica que puede dar lugar a un terremoto de dimensiones extraordinarias en el fútbol mundial y el mercado de fichajes. Y el primer paso lo dio, precisamente, el propio jugador portugués cuando después de la final de la Champions League de Kiev sorprendió a todos con unas declaraciones que iban más allá de sus anteriores estados de tristeza.

"Ha sido muy bonito jugar para el Real Madrid. En los próximos días daré una respuesta sobre mi futuro a los aficionados. Ellos sí han estado siempre conmigo". El bombazo tiñó la celebración del equipo blanco, que acababa de ganar su tercera Champions consecutiva. Sobre todo, porque había detalles que hacían pensar que el enfado del portugués parecía mayúsculo. Uno de ellos, la relación del jugador con Florentino Pérez, el presidente del club. "Le saludo como un profesional que soy. No tengo nada que hablar con él".

El dirigente también habló ese día para dejar entrever que Cristiano no era el único descontento. "No hablo de ningún jugador [...] Aquí lo importante es el club. En un día como hoy lo más importante es que estamos festejando esta Champions. Siempre se habla y nunca pasa nada", dijo recordando también que él, como el portugués, había ganado "cinco Champions".

El Mundial ofreció una tregua que dejó en segundo plano el enfriamiento entre el portugués y el club blanco, pero la demostración de que era una realidad se produjo en cuanto Cristiano quedó eliminado de la competición. Antes de eso, el delantero había brillado con tres goles a España y otro de la victoria de Portugal ante Irán. Eso sí, su participación fue menos crucial en el choque ante Marruecos y en los octavos de final ante Uruguay. Ese fue el último partido para los de Fernando Santos en Rusia.

Poco tardó en resurgir el 'asunto Cristiano'. De hecho, el 3 de julio quedó claro que la posibilidad de que el portugués se fuera era real porque, por primera vez en mucho tiempo, el Madrid se mostraba abierto a negociar una salida. Ante la petición del jugador de que se le rebajara su cláusula de mil millones de euros, la respuesta de la institución era fijar un precio de en torno a cien millones. Las puertas no podían estar más abiertas teniendo en cuenta que Cristiano es el ganador de las dos últimas ediciones del Balón de Oro.

La Juventus ofrecía ese dinero al club y cumplía con lo que Cristiano llevaba pidiendo mucho tiempo al Real Madrid: un salario anual limpio de 30 millones de euros. Esa cifra es más del doble de lo que cobran juntos cada año dos pilares del equipo italiano: Gonzalo Higuaín y Paulo Dylaba.

En las últimas horas, la prensa italiana daba por hecho el fichaje mientras no dejaba de subir el precio de las acciones de la Juve. Este viernes se cerró la cotización semanal con un incremento cercano al 33% y una ganancia de 200 millones, que es el doble de lo que tendría que pagar el club italiano por el delantero.

Y en España se empezaba a hablar de Neymar en clave de futuro como el gran objetivo de la institución a corto o medio plazo independientemente del futuro del hombre que ha liderado al Madrid en el campo en las nueve últimas temporadas.