Mariano Rajoy se ha despedido de los suyos. En el Congreso Extraordinario se le ha visto serio, preocupado y emocionado junto a su mujer. En unas horas, el expresidente del Gobierno sabrá quién es su sucesor. Algo de lo que él, durante su intervención, no ha querido hablar expresamente. De hecho, al final de las primarias en su partido, no ha citado siquiera los nombres de los candidatos: “Vosotros tenéis pasado y presente pero, sobre todo, futuro que es lo que ahora importa. Hay muchos millones de españoles deseando que tengáis éxito. Dispuestos a apoyaros para que lo alcancéis. Por lo tanto, sed responsables y preparaos para dar la respuesta adecuada”. Ese ha sido el mensaje que le ha dirigido a su partido. Pero Rajoy -quien no ha pedido, al final, en ningún momento, unidad- sí ha terminado decantándose por alguien. De forma sibilina ha inclinado la balanza hacia el lado de Santamaría al responder, en su discurso, a todas las criticas de Pablo Casado en estos últimos días. Para ello ha presumido de su gestión económica, de su lucha contra ETA y ha reivindicado su papel en Cataluña con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. “No era fácil pero supimos arbitrar fórmulas para hacerlo y se hizo. Y se hizo bien como reflejan los hechos. El gobierno autonómico que declaró la independencia fue cesado. Un hecho sin precedentes en nuestra historia y en la historia reciente de Europa”, ha proclamado frente a todos los que han cuestionado su actuación. Así ha defendido a su mano derecha en el Ejecutivo con quien, por cierto, se ha mostrado muy cariñoso. Además, Rajoy ha comentado que es político “a mucha honra” y ha anunciado que «se aparta pero no se va» porque seguirá siendo militante del PP. “Yo seré leal”, ha resaltado. Un comentario que todo el mundo ha interpretado como un dardo contra José María Aznar. Más aún cuando algunos dirigentes creen que el presidente de FAES está detrás de Casado. Ambos candidatos, que ya se ven vencedores, han sido aclamados a su llegada por los compromisarios. La exvicepresidenta ha recordado a los suyos la importancia de elegir a la mejor persona para enfrentarse a Pedro Sánchez en las elecciones generales. Y el exvicesecretario ha asegurado que él está dispuesto a formar una candidatura de integración pero una vez se sepa el nombre del más votado. Tras escuchar a Rajoy, el guión no ha cambiado. Aunque Santamaría ha insistido a su contrincante en que debería “analizar las frases de grandeza” que se han escuchado en el plenario. También ha hablado Alberto Núñez Feijóo quien ha recordado que Rajoy se va “invicto”. El titular de la Xunta ha dicho que no iba a desvelar el sentido de su voto “por coherencia” y ha dado libertad a los delegados gallegos. Ha asegurado que solo así saldrá “un presidente o presidenta fuerte para el PP”. Y de lo que no ha hablado Rajoy ha sido de corrupción. En sus 50 minutos no ha hecho ni una sola referencia. El expresidente sigue culpando de su salida a Sánchez y olvida que si se le presentó una moción de censura fue por el escándalo del ‘caso Gürtel’.