La ola de solidaridad en Grecia desborda la capacidad de gestión de las poblaciones afectadas por el fuego
Crece la tensión de los vecinos con el Estado ante la lentitud en la respuesta al incendio en Rafina
Imagen de voluntarios, tras el incendio en Grecia. / Álvaro Zamarreño (CADENA SER)
Grecia
En la cancha de baloncesto de Nea Macri hay un incesante ir y venir de personas trayendo y llevando cajas. Son voluntarios que organizan los paquetes con todo tipo de ayuda que cada pocos minutos traen coches, furgonetas o camiones. Luego se clasifican: ropa por edades, toallas, calzado, material de cocina, alimentos e incluso comida para animales.
De vez en cuando se ve a un voluntario acompañando a otra persona con un carro de la compra. Es alguien que ha sufrido el incendio y que viene a esta nave a recoger comida o material para parar el primer golpe. "Hay familias que necesitan ropa y calzado porque salieron con lo puesto", nos dice una chica que ha venido desde la otra punta de la región para ayudar.
Imagen de los voluntarios, tras el incendio de Grecia. / Álvaro Zamarreño
En un rincon hay un grupo de voluntarios preparando linternas y lamparillas junto a suministros de pilas. Silví por ejemplo vive en una de las calles más afectadas por el fuego y aunque su casa no se quemó, no tiene luz , así que necesita de este tipo de artilugios, al menos para las próximas semanas. "Somos tres, allí puedes ver a mi hermano -nos dice-. Esto es un gesto de gran humanidad".
Aquí se da ayuda psicológica -hay un grupo de estudiantes de psicología que se prestan voluntarios- e información. Y eso, información, es lo que más se echa en falta estos días, sobre cuánta gente ha desaparecido durante el incendio y las horas posteriores, y también sobre el ahora qué.
Lo primero lo resuelven los equipos que siguen recorriendo el extensísimo área quemada para registrar casa a casa. Tambien los barcos y los buzos que patrullan la costa de Mati, para localizar a posibles ahogados.Lo segundo, el 'y ahora qué', es más complicado y está generando crecientes tensiones. Muchos voluntarios se preguntan dónde está el Estado. Stamatis, un chico de 22 años habla de los políticos. "Aquí no veo ninguno, ni de la oposición -nos dice-. Dicen que ayudarán algún día, promesas, pero es un desastre natural y es ahora cuando hace falta la ayuda".
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Otros son mucho más críticos, como los vecinos que increparon este jueves al ministro de Defensa Pannos Kamenos, por lo que consideran que propició la muerte de tanta gente: falta de medios, de un plan de emergencia, de decisiones precisas, y ahora de compromisos claros.
Una responsable del ayuntamiento de Nea Macri, que coordina este centro de ayuda, habla de cómo están desbordados por las muestras de solidaridad. Llega más material que el que pueden procesar, e incluso en algunos casos que el que realmente se necesita. La gente en esta zona se siente muy arropada por la respuesta solidaria. Pero cuando preguntamos por esas necesidades que surgirán en unas semanas y que la solidaridad no puede solventar (por ejemplo alojamiento para quienes han perdido sus casas y están en hoteles) la responsable apunta al gobierno central.
Y cuando nueve de cada diez casas de un pueblo han quedado tocadas en mayor o menor grado y un 25% complemtamente destruidas, se entiende la necesidad de respuestas de los damnificados.
