Un juguete sexual provoca el cierre de una de las terminales del aeropuerto de Berlín

Madrid

El aeropuerto de Berlín Schönefeld se ha visto en la obligación de evacuar una de sus terminales este martes por un objeto sospechoso en el equipaje de una de las pasajeras. Después llamar la atención de los responsables de seguridad tras pasar por el escáner de seguridad, el aeropuerto decidió mantener cerrada la terminal D durante aproximadamente una hora mientras el equipo de seguridad verificaba el objeto sospechoso.

En declaraciones a RT, la mujer ha explicado que cuando llegó a la terminal y vio que estaba siendo evacuada, se acercó a uno de los policías para saber qué es lo que estaba sucediendo: "Me acerqué a un oficial de policía y le pregunté por el cierre de la terminal".

Un escuadrón antibombas rodeó el bolso

Después de descubrir que había sido cerrada por un objeto sospechoso, la mujer le dijo al policía que tenía que revisar su bolso. A continuación, el agente le preguntó por su nombre y por su pasaporte. Tras descubrir que era la dueña de la maleta sospechosa, el policía habló por la radio con sus compañeros, quienes rodearon a la mujer con armas automáticas.

Según recoge el Berliner Morgenpost, la policía alemana se llevó a la mujer para interrogarla después de detectar lo que ellos pensaban que se trataba de una granada de mano. Sin embargo, no era más que un juguete sexual vibrador personal que había guardado en su maleta. La mujer ha explicado que la llevaron a una habitación donde el escuadrón antibombas verificó que el bolso no guardaba ninguna granada en su interior.  

La terminal volvió a la normalidad una hora después

Una hora más tarde, la policía confirmó que el objeto sospechoso no era más que un juguete sexual, por lo que liberaron a la mujer y volvieron a abrir la terminal D. A varios kilómetros de distancia, una crema provocaba la evacuación del aeropuerto de Frankfurt, con 13.000 pasajeros afectados.

Durante aproximadamente dos horas, la Terminal A del aeropuerto se mantuvo cerrada, afectando a un total de 60 vuelos. Según afirman los medios locales, la policía decidió interrumpir el embarque de pasajeros a las 11.30 horas por un fallo de una de las ayudantes de seguridad de vuelos, que no solicitó una nueva revisión de una crema después de que esta provocara la alarma de explosivos. Afortunadamente, un portavoz local explicaba varias horas más tarde que se trataba de una falsa alarma, por lo que el aeropuerto volvió a la normalidad dos horas más tarde.