Barcelona avisa: no dará ninguna licencia a los 'pisos colmena'
Una empresa pone en marcha un proyecto de vivienda compartida en el que pondrá a disposición cápsulas de tres metros cuadrados por 250 euros al mes
Barcelona
El concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Maria Montaner, ha explicado en una rueda de prensa que ni el Ayuntamiento de Barcelona ni ningún distrito de la ciudad concederán nunca una licencia a ninguna vivienda nicho ya que no cumplen la normativa. Montaner respondió así de contundente al ser preguntado por la intención de un promotor de alquilar minihabitaciones de apenas 2 metros cuadrados en pisos compartidos sólo para dormir, en unas cápsulas similares a las que existen en Japón.
"El criterio del Ayuntamiento es clarísimo. Nos remitimos a la legalidad, a lo que dice la Ley de Vivienda de Cataluña del año 2007 y en la normativa de habitabilidad, que marca unos mínimos de vivienda que son cuarenta metros cuadrados y unos mínimos de habitación por persona", ha justificado. "Como las viviendas nicho no lo cumplen, lógicamente no tendrán nunca la licencia municipal ni del Ayuntamiento ni del distrito donde se hagan", asegura Montaner.
También la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha asegurado que "el Ayuntamiento de Barcelona no ha recibido ninguna solicitud de licencia respecto a poder establecer un espacio residencial con estas características". Sin embargo, concluyó que "de ninguna manera, de acuerdo con la legalidad, pueden obtener una autorización. Queremos ser muy claros y contundentes en este sentido".
Los responsables de la empresa Haibu 4.0 aseguran que están en conversaciones con el Ayuntamiento. Estas colmenas son locales reformados que no tienen cédula de habitabilidad pero un vacío legal permite su construcción. Estos pisos nichos, además de las minúsculas habitaciones, cuentan con una cocina y zona de aseos para compartir. La primera colmena contará con quince camas y actualmente la empresa se encuentra llevando a cabo entrevistas para dar acceso a los primeros habitantes. “Son personas en riesgo de exclusión, que, si bien tienen ingresos mensuales, están al límite y no tienen un piso en condiciones para vivir”, explican, según informa el portal Idealista.