Una España con más nervio

La nueva selección de Luis Enrique debuta con victoria tras remontar ante Inglaterra en Wembley (1-2). Primero marcó Rashford, pero Saúl y Rodrigo dieron la vuelta en el primer partido de una España con más nervio, mejor arriba que abajo, con más presión, sin miedo a disparar y con un juego más vertical.

El primer once de Luis Enrique fue una revolución frente a la España que volvió a fracasar en el Mundial. Las bajas permanentes de Piqué y Silva, las circunstanciales, como la de Costa o las más sorprendentes -Koke o Jordi Alba- hicieron que viéramos un ‘once’ con grandes novedades. En defensa Luis Enrique apostó por Nacho y por Marcos Alonso en el lugar de Alba. De Gea, Ramos, Carvajal, Busquets, Thiago e Isco parecen la columna vertebral del equipo. Les rodearon Saúl en el medio –la primera gran apuesta de Luis Enrique- y Rodrigo y Aspas arriba en detrimento de Morata o Asensio-. Inglaterra por su parte, mucho más continuista, presentó la única novedad de Joe Gómez en la zaga en lugar de Walker.

Desde el primer minuto se vio lo de la presión, pero también lo de la defensa. En el 10’, Inglaterra inició una jugada no excesivamente rápida, pero que pilló a Carvajal muy fuera de sitio. Por ahí entró Shaw, que filtró un pase fenomenal a Rashford para que el mejor jugador de Inglaterra este sábado marcase a placer desde dentro del área.

Tocaría ver lo de la verticalidad y sería tan solo dos minutos más tarde. Carvajal se rehace y deja tirado a un defensor, la pone para Rodrigo que, desde dentro del área, llega a línea de fondo y pone el balón atrás con gran acierto para que Saúl la emboque con la derecha. Para dentro y 1-1 en tan solo 12 minutos de partido. Desde el comienzo se vio que no es la España a fuego lento de la que venimos.

El más activo era Rodrigo que lleva el ‘9’, pero se mueve por todos sitios. Desde la derecha es donde más se le vio partir y donde más daño hizo. Para atrás sufrió España y se vio en ataques de Inglaterra que no fueron demasiado incisivos y también a balón parado. En el 23’, Saúl salvó el desastre defensivo cuando Kane se preparaba para marcar. Otro gol de Saúl, que no jugó ni un minuto en el Mundial, por lo que se ve desacertadamente.

Junto con Saúl, el mejor fue Rodrigo, que también marcaría en el 31'. Falta lateral colgada por Thiago que remata a placer en el área pequeña el delantero del Valencia, ante la pasividad defensiva de Inglaterra.

Tres minutos más tarde, De Gea salvaría la ventaja de España con una mano derecha de reflejos espectacular al remate de cabeza y a bocajarro de Rashford. La parada que necesitaba De Gea, que hizo una gran actuación. 

La segunda parte comenzó accidentada con un golpe tremendo de Shaw en la cabeza que le hizo marcharse en camilla, con collarín y oxígeno, tal y como informó Antonio Romero en Carrusel Deportivo. Siete minutos estuvo parado el partido y desde ahí no volvió a ser lo que fue en la primera. 

Todo fue más lento y previsible, más amistoso. Luis Enrique intentó volver a darle la chispa perdida a España con la entrada de Asensio por un desapercibido Aspas, pero los minutos pasaban rápido y sin incidencia. Todo así hasta el minuto 80 de partido, cuando Inglaterra dio el último arreón. Un último arreón sin demasiada fuerza ni acierto, pero que comprometió la victoria de España hasta el último minuto. 

Rashford, el inglés más activo, lo intentó con un gran eslalon que terminó con un decepcionante disparo cuando medio Wembley se levantaba de los asientos para celebrar. Cuatro minutos más tarde, De Gea volvió a hacer una parada espectacular, pero en esta ocasión el juego estaba anulado por fuera de juego. El empuje de Inglaterra se tradujo en alguna ocasión más sin demasiado peligro, como un remate de Maguire de cabeza que se marchó desviado, pero los tres puntos vuelven a España. Una primera prueba de la que no debemos fiarnos demasiado, pero que dijo mucho en la primera parte. Una nueva Selección, que ilusiona.