Una carta del presidente del Parlamento de Flandes a Forcadell genera otra crisis diplomática

Bruselas

"¿Entiende usted las razones por las que está molesto el ministro español de asuntos exteriores?", le hemos preguntado en su despacho hoy. Y él ha respondido:  "No. No las entiendo. Sólo sé que conozco a Carme Forcadell y me parece impensable que esté en la cárcel. Ella y el resto".

Jan Peumans está muy enfadado. Dice que el ministro Borrell tendría que informarse de cómo funciona la administración belga y que a él, "al presidente del Parlamento de Flandes, el ministro de exteriores del gobierno de Bélgica no ha de decirle nada".

O sea que anuncia que "enviaré a Borrell la información de cómo funciona mi país, en varias lenguas" y insiste en que no entiende cómo puede haber políticos presos "por su opinión", en la UE.

Es su versión de la crisis catalana. Impactado por la actuación policial del uno de octubre cree que ésta demuestra que "la policía española no es democrática". Y como está seguro de “expresar lo que muchos no se atreven a decir en voz alta”, ni rectifica ni presenta disculpas a pesar de la queja del gobierno español que ayer fue transmitida de manera oficial al embajador belga en Madrid.

Los portavoces del ministro belga de Asuntos Exteriores confirman haberla recibido pero se desvinculan de las opiniones del presidente del Parlamento de Flandes. "La política exterior de Bélgica se hace a nivel de sus instituciones federales", ha explicado a la SER el portavoz del ministro Reynders, negando sentirse vinculado por las opiniones de Jan Peuman.

Peuman, de la NVA dio la misiva al eurodiputado de su mismo partido, Mark Demesmaeker, para que la entregará en mano a Carme Forcadell en una visita celebrada este mes de septiembre por un grupo de eurodiputados. La carta, difundida en las redes sociales por el eurodiputado de la NVA, contiene algunas frases que el gobierno español considera "objetivamente insultantes", según fuentes del ministerio de exteriores.

Peuman dice literalmente que "la violencia usada en las elecciones", refiriéndose al Referéndum del 1 de Octubre es la expresión "de una policía no democrática".

Y añade que mantener en la cárcel a Forcadell y al resto de ex miembros del gobierno es la prueba "que el gobierno central en España no reúne las condiciones para ser parte de una Unión Europea moderna y democrática".

Un problema a añadir a las ya complicadas relaciones entre España y Bélgica desde que se instalaron en este país Puigdemont y los ex Consellers que desde su llegada han contado con el apoyo explícito de muchos miembros de la NVA, partido mayoritario en el gobierno federal belga.