Mucho respeto y poca pólvora

Fue el Madrid el que recibió un 3-0 en contra en el Sánchez Pizjúan, pero el Atlético el que salió al Bernabéu con mayor intensidad. En el 5’ de partido ya había llegado dos veces, un disparo muy lejano de Saúl que tuvo que despejar Courtois y una chilena de Griezmann desde el pico del área que no tuvo estética ni peligro.

La paciencia en la circulación de balón le dio al Madrid la posibilidad de tener el balón y entrar en el partido. También de pisar el área rival, algo que estuvo prácticamente restringido durante todo el primer episodio. Fue un disparo de Bale demasiado forzado que atrapó sin problemas Oblak. Pero en la crecida del Real Madrid, encontró el Atlético, hábil, la oportunidad de sorprender con un pase al hueco a Griezmann que sacó los colores a la defensa. El francés corrió desde el centro del campo a la portería sin oposición, pero falló ante Courtois, que sacó con la cabeza la inoportuna picada del francés.

El Bernabéu sufrió, pero su equipo le devolvió la esperanza tres minutos más tarde con una falta frontal que colgó Kroos a los pies de Bale, que disparo fuera, muy cerca de la portería defendida por Oblak.

Pidió el Atlético, que dominó de principio a fin la primera parte, penalti por mano de Casemiro en el 31’. Para Iturrade González “la da con la mano, pero no es punible”. Martínez Munuera interpretó la posición natural de la mano del brasileño y la cercanía al balón y ante su interpretación el VAR no tuvo palabra. 

Para tortura madridista -mala semana blanca- siguió dominando el Atlético, que la volvió a tener, en esta ocasión en los pies de Diego Costa, mano a mano con Courtois, que se volvió a hacer gigante para sacar una mano sensacional y desbaratar las opciones del hispanobrasileño, que vio como la oportunidad de romper su mala racha de 16 partidos seguidos sin marcar en LaLiga se perdía. La liaría Oblak a punto de llegar al descanso, a punto de marcarse un Karius, pero el rechace de su fallido pase en Asensio le volvió a las manos con gran fortuna.

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Ceballos cambió el partido

En el infortunio blanco y el lamento rojiblanco por los dos mano a mano desperdiciados, se llegó al descanso, donde cambiaría el partido de principio a fin. Lo consiguieron un entrenador y un jugador. Lopetegui y Ceballos, a quien introdujo en el campo por Bale ante el asombro de todos. El galés se retiró con molestias en el aductor, tal y como informó Javier Herraez en Carrusel Deportivo y el entrenador vio la oportunidad para equilibrar el centro del campo. En igualdad de jugadores en el centro de la cancha, emergió la calidad sobrada de Ceballos y una responsabilidad y valentía que poseen pocos futbolistas. El exbético fue el mejor contra el Sevilla a pesar de ser el que menos jugó y este sábado cambió el derbi madrileño.

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Todas las jugadas pasaban por sus botas y con él el Real Madrid encontró el dominio que sometió al Atlético en juego, aunque las ocasiones caían con cuentagotas. La ocasión para ganar el partido la tuvo Asensio en sus botas en el 65’, que recibió en beneficio de Kroos, pero no acertó a definir ante Oblak, que sacó una mano providencial.

Minutos más tarde lo volvería a intentar el Madrid con un disparo de Carvajal que rechazó Oblak, pero más allá de la de Asensio no tuvo más ocasiones reales de deshacer el rudo 0-0. La entrada de Vinícius, que debutó con el Madrid en partido oficial fue demasiado tardía para que el chaval pudiera tener incindencia.

Benzema sumó su quinto partido consecutivo sin rematar a puerta, Costa su 16º sin marcar en LaLiga, Real Madrid y Atlético el cuarto empate consecutivo liguero y Courtois y Oblak confirmaron que son seguramente los dos mejores porteros del momento.