Tribunales
Abusos sexuales

Condenado el celador de una residencia por abusar de una enferma de Alzhéimer

La Audiencia de Madrid ha confirmado dos años y un día de cárcel para el vigilante de la residencia Valmonte de Madrid

La sentencia condena de forma subsidiaria a la residencia y reconoce que "no se reaccionó como hubiera sido deseable"

Getty Images

Madrid

La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado una condena de dos años y un día de prisión para el celador de una residencia geriátrica de la capital por abusar sexualmente de una mujer enferma grave de Alzhéimer. La sentencia, que todavía no es firme, condena como responsable civil subsidiaria a la residencia Valmonte al no tener ningún mecanismo para proteger a las internas ante una posible agresión.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, los hechos ocurrieron hace dos años en la residencia privada Valmonte, ubicada cerca del madrileño paseo de La Habana. Fue una auxiliar de la residencia la que se encontró al acusado dentro de la cama de la víctima, una mujer de más de sesenta años aquejada de un grave Alzhéimer, restregándose con ella.

RESIDENCIA VALMONTE

En conversación con la Cadena SER, la residencia Valmonte - considerada responsable civil subsidiaria - explica que "tan pronto como tuvo noticia de la posible comisión de unos hechos que podían revestir carácter delictivo lo puso en conocimiento de las autoridades competentes, así como se procedió al despido del celador en cuestión".

El acusado se cayó de la cama, se subió los pantalones y rogó a la axuliar que no contase nada a nadie, pero el caso llegó a manos de la Justicia varios días después y ahora las magistradas de la sección 29ª de la Audiencia Provincial de Madrid han confirmado la condena que le impuso juzgado de lo penal nº 31 de la capital: dos años y un día de cárcel por un delito de abusos sexuales además de una indemnización de 5.000 euros para la víctima, de la que la residencia responderá como responsable civil subsidiaria.

Fuentes del caso confirman a esta emisora que tanto la defensa del condenado como la representación de la residencia han llevado el caso ante el Tribunal Supremo, por lo que la sentencia todavía no es firme. Si el alto tribunal confirma su condena de dos años y un día de prisión, el celador tendrá que entrar en la cárcel a cumplir condena.

La residencia, responsable

La Audiencia Provincial confirma también que la empresa que gestiona la residencia, Edificio Geriátrico Valmonte S.L, es condenada como responsable civil subsidiaria al ser la responsable última de haber contratado al abusador y no haber puesto en marcha mecanismos suficientes para proteger a las internas de una posible agresión. "La situación de desamparo en la que se encuentran los residentes que sufren un importante deterioro cognitivo" obligaba a los responsables de la residencia a "ser especialmente rigurosos al elegir a sus empleados y a tomar medidas de vigilancia", lo que en este caso "no ocurrió".

El acusado, destacan negativamente las magistradas, "podía hacer rondas por las plantas de los residentes más dependientes, sin ser acompañado de nadie" y a pesar de que una interna había afirmado que "un hombre no me deja dormir". Las juezas ponen encima de la mesa "la posición de garante en la que se coloca la institución que acoge a personas en la situación de indefensión" criticando que ni un parte de incidencias ni un sistema de alarmas sean medidas remotamente válidas.

Jardines de la residencia donde tuvieron lugar los hechos / Residencia Valmonte

La sentencia critica incluso la gestión que la residencia hizo del caso una vez conocidos los hechos por su directora, hasta el punto de asegurar que "no se reaccionó como hubiera sido deseable": la víctima fue duchada esa mañana, desapareciendo cualquier rastro genético del acusado de su cuerpo. Donde sí quedó ADN del condenado es en la ropa de la cama de la mujer, que fue guardada y entregada al juzgado sin que se rompiese la cadena de custodia.

Una "trama"

Buena parte del recurso del condenado giraba en torno a la cadena de custodia de la ropa de cama, que no fue requerida de forma inmediata por el juzgado de instrucción mientras era guardada por la residencia, y también cuestionando el relato de la testigo que le vio en la cama de la víctima con los pantalones bajados. La Audiencia rechaza que todo sea un plan para echarle de la residencia. "Si todo fuera una trama contra el acusado no tendría sentido haber inventado los hechos, se podría haber preparado las pruebas falsas sin esperar a sorprenderle en una habitación". 

Los jueces siguen en este sentido: "La supuesta trama urdida contra él, a raíz del encuentro casual, no resulta en absoluto razonable". También rechazan los argumentos de la residencia, considerada responsable civil subsidiaria: alegaban, entre otras cosas, error en la valoración del testimonio de la hermana de la víctima.

 
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