"Los halcones están devorando a las palomas"

Madrid

En el PP siempre han convivido dos almas. La que estaba representada por el sector moderado y la del duro. Ambas, en permanente confrontación. La mayoría de las veces de forma soterrada. Pero en algunas ocasiones expresando sus diferencias bien a la vista, tal y como ocurrió en el pasado con el 11-M o hace tan solo unos meses con la aplicación del artículo 155 en Cataluña. En estos últimos años, con Mariano Rajoy al frente, se había impuesto un discurso templado. Con él, los más radicales se vieron relegados a un segundo plano. Pero ahora las tornas han cambiado. Pablo Casado quiere recuperar “los principios y valores de su formación”. Algo que está logrando con mensajes contundentes y la figura de José María Aznar.

En los últimos meses se les ha visto mucho juntos. Es más, mañana mismo Casado presentará el último libro del expresidente. Es el enésimo gesto que tiene el líder del PP hacia su mentor y en sus filas algunos comienzan a estar ya un poco hartos de esta foto. Piensan que está bien que Aznar se haya reconciliado con su partido pero consideran que no es necesario que su figura se vuelva a convertir en un referente. Por eso piden a su jefe que mire hacia el futuro.

A los populares les preocupa realmente que el PP se está “derechizando”. Saben que eso les viene bien para neutralizar el discurso de Vox pero también temen que se aproveche de ello Ciudadanos o se termine movilizando la izquierda. “Los halcones están devorando a las palomas”, señalan algunos diputados que ven alejarse al PP del centro político.

Y es que ahora en Génova hablan de aplicar un 155 exigente nada más llegar a la Moncloa, se ha recuperado el debate sobre el aborto y la familia, además dicen que peligra la recuperación económica alcanzada... Se ha elevado el tono en algunos temas que se abordarán con mayor profundidad en la convención ideológica de enero. La cúpula nacional quiere salir de ese cónclave con “un manifiesto político para España” y los cargos intermedios del PP solo esperan que el documento no sea tan conservador que chirrie socialmente. Confían en liderar el debate ideológico y lograr que nadie les arrebate sus banderas, evitando las polémicas.

De todos modos no son solo los mensajes. En el PP también se quejan de los cambios que, poco a poco, va haciendo el equipo de Casado. Sin ir más lejos en Andalucía donde a Juan Manuel Moreno, candidato afín a Soraya Sáenz de Santamaría, le han impuesto al exministro del Interior Juan Ignacio Zoido o el exsecretaria de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. Se han conformado unas listas que más que para ganar están ideadas para hacerse con las riendas de la formación en cuanto pasen las elecciones. “Hay purgas. Fuera los sorayos”, comenta más de un cargo popular.

Eso sí, en la sede nacional no ven ningún problema. Están convencidos de ir en la buena dirección. Aseguran que, según sus encuestas, están “al alza”. Van recuperando apoyos, ganándose a los abstencionistas que en su día se alejaron de sus siglas por el estilo de Rajoy. Y, además, cuentan que ya van detectando una transferencia de voto de la formación de Albert Rivera hacia el PP, sobre todo entre los mayores de 55 años.

Pero los cargos territoriales y locales no tienen tan claro ‘el efecto Casado’. “Ojalá no se equivoque”, comentan. Cruzan los dedos, pendientes de las próximas convocatorias electorales. Saben que de ello depende la formación de muchos gobiernos. Si su estrategia triunfa, nadie le rechistará. Pero, si se estrella, comenzarán a cuestionarle internamente.

Por el momento toda la atención se centra en Andalucía. “El día 2 es la fecha más importante del calendario”, comentan los que rodean a Casado. Se van a volcar. “Él, desde luego, sigue en modo primarias”, comentan. “La verdad es que allá donde va se nota que reilusiona a la gente”, explican sus colaboradores. Aunque hay quien le observa pensando que con tanta hiperactividad puede terminar derrapando.

En el PP saben que lo tienen difícil en las andaluzas. Si pierden, todavía pueden justificarse, recordando que los socialistas siempre han gobernado la Junta. Ahora bien, no habrá excusas posibles si se produce el sorpasso de Ciudadanos. Eso no se lo pueden permitir. Dejaría tocado a Casado.