Rosa Montero: "Vivimos un momento de involución democrática"

Madrid

'Sin amor no merece la pena vivir'. Así comienza la nueva novela de Rosa Montero, 'Los tiempos del odio' (Seix Barral), tercera entrega de la serie protagonizada por su detective replicante Bruna Husky, el personaje del que su autora dice sentirse "más cerca" y en el que se siente "más representada", seguramente por la "desesperación que Bruna siente por la muerte, aunque al mismo tiempo sea una vitalista y tenga hambruna de vida". Los androides de Rosa Montero tienen fecha de caducidad: a Bruna Husky, en esta novela, solo le quedan tres años, tres meses y dieciséis días de vida. Y esa cuenta atrás le angustia, claro.

La escritora y periodista comenzó hace diez años con 'Lágrimas en la lluvia' las aventuras de esta detective tecnohumana de combate arisca, independiente, y fuerte y frágil al mismo tiempo. En un encuentro con medios este martes, Montero decía que la ciencia ficción, género habitualmente denostado por los lectores en los informes de hábitos de lectura, a ella le sirve "como una herramienta metafórica poderosa para hablar del aquí y ahora y del género humano". De todas formas, Montero mezcla la ciencia ficción con el thriller y la novela de aventuras porque "en el siglo XXI se han roto las barreras literarias".

Sobre el título de esta tercera entrega, -lleva por subtítulo esa primera frase con la que comienza, 'Sin amor no merece la pena vivir'-, la escritora explicaba que su intención era la de hablar de la "falta de credibilidad y legitimidad democrática" en unos tiempos de odio que no son sino los actuales: "son los tiempos que estamos viviendo", marcados por "la falta de credibilidad de la democracia" y, frente a ello, la aparición de "una añoranza por las dictaduras, los totalitarismos y los dogmas".

Montero, Premio Nacional de las Letras, cree que estamos "en el umbral de una posible involución democrática" y que "el mundo se está fascistando, no hay más que ver a Bolsonaro", en referencia a las elecciones de Brasil. "Estamos en riesgo de perder lo conseguido y la sociedad debe armarse", sostenía, ya que "la democracia es un sistema obviamente corrupto, obviamente hipócrita y obviamente injusto". De ahí, en su opinión, el descreimiento social sobre el sistema y que estemos "en el borde del precipicio". Y añadía: "soplan vientos de cólera y estamos en un momento peligrosísimo de involución democrática".

Pero el amor también tiene el protagonismo que anticipa la primera frase de la novela. Husky investiga la desaparición de su amante humano, el inspector de policía Paul Lizard, y la detective se debate entre el amor romántico y la independencia emocional. Explicaba Montero que Bruna ha ido evolucionando desde el odio al mundo y a sí misma porque "sentía que las emociones la debilitaban" hasta el momento actual, en que la replicante se va "abriendo a la fragilidad". Y todo ello en el año 2110, en Madrid, una ciudad dominada por la tecnología y arrasada por los efectos del cambio climático y la amenaza del terrorismo.

Montero anunciaba que las aventuras de Bruna Husky serán llevadas a la televisión en una serie que ya tiene productora, aunque aún están negociando en qué plataforma se emitirá. Y, sobre sus próximos proyectos, explicaba que tiene tres libros ahora mismo en la cabeza: el primero, una novela contemporánea protagonizada por un hombre que comienza en un tren; el segundo, un ensayo sobre la creación y la locura; y el último, la cuarta entrega de la serie de Bruna Husky.