Marchena, de juzgar el procés a dirigir el Poder Judicial y el Supremo

Madrid

Manuel Marchena (Las Palmas, 1959) será el próximo presidente del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Supremo. El juez designado para firmar la sentencia contra el procés independentista es el candidato consensuado entre PP y PSOE en el tradicional reparto de sillones en el órgano de gobierno de los jueces, con la misión de dirigir un Consejo que, por primera vez en varios mandatos, podría funcionar con una mayoría progresista.

Marchena preside desde hace cuatro años la sala de lo penal del Tribunal Supremo, cerebro de las decisiones relevantes que entran y salen de la sala segunda. Magistrado de perfil conservador pero sin asociar, cuenta con apoyos judiciales tanto en el sector más conservador como en el más progresista del Tribunal Supremo, procurando siempre mantener un perfil público bajo incluso cuando ha estampado su firma en algunas de las resoluciones penales más relevantes de la últimna década.

Según su biografía oficial, forma parte del Tribunal Supremo como magistrado desde hace once años después de dos décadas ejerciendo como fiscal y este mes de noviembre cumple cuatro años como presidente de la sala de lo penal. En los últimos años ha sido ponente, por ejemplo, de la sentencia que inhabilitó a Francesc Homs por la consulta soberanista del 9N, y previamente la del ‘caso Atutxa’, que condenó al expresidente del parlamento vasco por no disolver el grupo parlamentario de Sozialista Abertzaleak tras la ilegalización de Batasuna.

Marchena también firmó la sentencia que inhabilitó durante once años al juez Baltasar Garzón por grabar conversaciones entre imputados de la Gürtel y sus abogados en prisión. También investigó al magistrado por sus cursos en Nueva York aunque archivó la causa por prescripción.