Protesta frente a Google contra la censura en China
Activistas de Amnistía Internacional desplegarán una pancarta gigante frente a la sede de Google en Madrid. Intentan impedir el buscador "censurado para el mercado chino", que se adapta a la represión de las autoridades.
Madrid
Amnistía Internacional denuncia que Google está desarrollando una nueva aplicación de motor de búsqueda censurado para el mercado chino, conocida como "proyecto libélula", adaptado a las exigencias represivas, para volver al país, del que se retiró en 2010, primando en ese momento la razón ética sobre la económica. De salir adelante esta aplicación, quedaría dañada la confianza de los internautas en la empresa tecnológica y sentaría un peligroso precedente para que las empresas tecnológicas permitan que los gobiernos comentan abusos contra los derechos humanos, según denuncia la Ong. La organización ha lanzado una petición global disponible en España a través de www.actuaconamnistia.org en la que pide al director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, que retire la aplicación, cuyo nombre en clave es "libélula" y que crearía una lista negra de términos de búsqueda como "derechos humanos" y "represión de Tiananmen".
Censura en China
El gobierno chino tiene uno de los regímenes de vigilancia y censura en Internet más represivos del mundo. En 20010 Google abandonó públicamente el mercado de los motores de búsqueda en China, alegando restricciones a la libertad de expresión en la web. Pero ocho años después volvería al gigante asiático con una polémica aplicación. Según documentos internos filtrados por The Intercept, el proyecto cumplirá las normas de censura por medio de la identificación y filtrado automático de los sitios web bloqueados en el país y la elaboración de listas negras de búsquedas delicadas como "protesta estudiantil" o "Premio Nobel", en chino, así como frases que implican una crítica al presidente chino, Xi Jinping. Google estaría también obligada a cooperar con los censores chinos para reprimir las publicaciones relativas a cuestiones sociales emergentes, como la respuesta del gobierno al movimiento #Metoo. El lanzamiento del proyecto Libélula entrañaría también el riesgo de legitimar la visión que China tiene de Internet, que otorga a los gobiernos un control absoluto sobre qué información está a disposición de la población y les da el poder de acceder libremente a todos los datos online de sus ciudadanos. La protesta que se celebra hoy en Madrid, frente a la sede de Google en el edificio Torre Picasso, tendrá carácter global. Actos similares se llevarán a cabo ante distintas sedes de la compañía en Holanda, Alemania, Reino Unido, Canadá y Hong Kong.