Jueces del Supremo denuncian que la crisis del impuesto hipotecario ha "sembrado el desconcierto"
La sentencia cuenta con seis votos particulares que firman los trece magistrados discrepantes
Uno de los jueces cree que el caso tendría que haber sido llevado ante la justicia europea
Madrid
Jueces del Tribunal Supremo denuncian que la crisis del impuesto hipotecario ha afectado a la credibilidad de la Justicia. Las tres sentencias cuyo resultado ya se avanzó hace semanas, y que obligaban al cliente a pagar este impuesto favoreciendo así a los bancos, cuentan con seis votos particulares de doce magistrados que denuncian que los vaivenes doctrinales afectan a la imagen del alto tribunal.
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José Manuel Sieira, expresidente de la sala, se pregunta que "si el propio Tribunal Supremo pone en cuestión el valor de su jurisprudencia, ¿cómo podrá pedirse el respeto a la misma" por parte de otros órganos judiciales?. Otro voto particular firmado por cuatro magistrados asegura que "se ha de evitar que en el curso de unos pocos días el Tribunal Supremo afirme una cosa y su contraria, desdiciéndose, porque entonces no transmitirá a la sociedad la imagen de que hace justicia sino la de que siembra desconcierto".
Otro de estos votos particulares cree que la confianza en la Justicia "queda gravemente quebrantada si, después de un cambio jurisprudencial extensamente argumentado, el más alto órgano jurisdiccional del Estado lo deja sin efecto, sin justificar que sea un claro desacierto jurídico, en el breve espacio temporal de un número de días que no completa un mes".
Los dardos vuelan en estos votos particulares, recordando por ejemplo el juez Nicolás Maurandi que "esa lealtad debía operar en una ambas direcciones", refiriéndose a la decisión del presidente de la sala de enmendar la plana a una de sus secciones después de decidir que el impuesto tendría que correr a cargo del banco y no del cliente.
Tres sentencias firmes
Son las tres sentencias del pleno que estudiaron los jueces de la sala tercera hace semanas para terminar revocando su nueva doctrina en torno al impuesto hipotecario: en tan sólo unos días los jueces pasaron de imputar este pago al banco para devolvérselo al cliente, antes de que el ejecutivo además pusiese en marcha una reforma que obliga a pagar al banco.
Los jueces discuten el argumento principal de sus compañeros discrepantes: que sólo interesa al banco inscribir una hipoteca a través de una escritura pública. "No es cierto que solo interese al acreedor hipotecario", dice la mayoría del peno, ya que la casa es propiedad del que adquiere la hipoteca y es una "manifestación, como ya se ha dicho, de capacidad económica".
Avalan la gestión de la crisis
La sentencia también defiende la gestión de esta crisis por parte del Tribunal Supremo, avalando que el presidente de la sala decidiese avocar el caso a pleno con tres sentencias firmes ya encima de la mesa: "No es frecuente, en modo alguno cabe calificar de excepcional o insólito" el proceso, dice, añadiendo que "no hay pues revisión alguna de casos juzgados, pero sí puede haberla, con toda legitimidad, de la doctrina expresada en los mismos" en alusión a los tres casos que ya resolvió el mismo Supremo en sentido contrario.
Muchas voces, dentro y fuera del Tribunal Supremo, criticaron en ese momento que un asunto tan relevante no fuese llevado a pleno desde el primer momento, y ahora los jueces defienden que incluso con tres sentencias firmes dictadas la jurisprudencia pueda revisarse: "Cualquier criterio jurisprudencial, incluso consolidado, puede cambiarse" y hablan sin tapujos de la "inmediata desautorización del Pleno".