Ocho años de cárcel para el presidente de Ausbanc por la extorsión a bancos y empresas
La Audiencia Nacional impone 8 años a Luis Pineda y la mitad a Miguel Bernard, líder de Manos Limpias
La Fiscalía llegó a pedir más de cien años de cárcel para Pineda
Madrid
La Audiencia Nacional ha impuesto ocho años de cárcel a Luis Pineda, presidente de Ausbanc, y cuatro años a Miguel Bernard, de Manos Limpias, por formar parte de una organización que extorsionó a bancos y empresas. La Fiscalía llegó a pedir más de cien años de cárcel para Pineda y la Audiencia impone condenas inferiores al entender que debe ser absuelto de la gran parte de delitos de los que fue acusado.
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La Audiencia también absuelve a los otros seis acusados (la abogada de Manos Limpias Virginia López Negrete y los directivos de Ausbanc Alfonso Solé Gil, María Teresa Cuadrado, María Isabel Medrano, Rosa Aparicio y Luis María Jordana) de todos los delitos de los que estaban acusados, esto es, organización criminal, extorsión, denuncia falsa, amenazas, estafa, blanqueo de capitales y administración desleal.
Los jueces declaran probado que Pineda puso Ausbanc en marcha en 1986 para llevar a los bancos a los tribunales con el pretexto de defender a los consumidores pero usando esta posición para conseguir beneficios: era "un mero instrumento para que las entidades accediesen a las pretensiones económicas formalizadas a través de convenios publicitarios u otras fórmulas". Si los bancos o empresas accedían a meter publicidad en sus revistas, "se abandonaba cualquier ulterior reclamación". Si no se hacía, empezaba una campaña de desprestigio en sus publicaciones.
Negarse a sus pretensiones "podía conllevar una repercusión negativa reputacional de distinta índole, bien a través de publicaciones de noticias que no respondían a la realidad o por la “difusión hiperbólica” de un acontecimiento aislado en la entidad en cuestión, incluso con la escenificación de manifestaciones a la puerta de la sede de la sede bancaria". Estas campañas "de ataque a la marca o a sus directivos se modulaban en función de si finalmente se rendían a sus pretensiones económicas, suscribiendo los convenios o retomando los que se habían dado por concluidos".
Manos Limpias, un arma
Los jueces explican que, durante varios años, Miguel Bernard puso Manos Limpias al servicio de estas estrategias de Ausbanc a cambio de dinero. "Miguel Bernad dio entrada al acusado Pineda para que se personase en procesos penales en la exclusiva idea de solicitar a investigados sumas dinerarias para acrecentar las arcas propias y del Grupo Ausbanc a cambio de instar la desimputación de los mismos o apartarse del procedimiento, siendo dicho proceder compartido por ambos, así como puesto en marcha por uno y otro”, señala.
Lo hicieron con bancos, empresas y lo intentaron con la Casa Real. El tribunal declara probado que en 2015 Bernard contactó con el entorno laboral de Cristina de Borbón para negociar una retirada de la acusación contra ella en el caso Nóos a cambio de tres millones de euros. "Se reunió con el director general de la Fundación La Caixa, Jaume Giró, con motivo de la retirada de la acusación de Manos Limpias a la Infanta Cristina a cambio de dos millones de euros. Posteriormente, Pineda se reunió con el directivo del Banco Sabadell Gonzalo Barretino y le hizo llegar la posibilidad de retirar la acusación contra la Infanta a cambio de tres millones de euros".
El directivo denunció ante la Policía aunque este episodio termina en absolución. "No consta que los acontecimientos, dice el Tribunal, “se desenvolvieran en un clima de presión del que se valieran los acusados Luis Pineda y Miguel Bernad”. Por este episodio concreto, la Audiencia absuelve a ambos y a la abogada Virginia López Negrete, que ejercía la acusación en nombre de Manos Limpias".