Izquierda, nacionalismo y reforma laboral

Madrid

Una de las cosas que más claras está quedando en la pelea sobre la convalidación del decreto ley de medidas urgentes para la reforma laboral es la dificultad que existe y existirá siempre para mezclar las ideas y propuestas de izquierda con las de nacionalismo. De hecho, si las cosas no cambian en el último momento, en la votación de mañana faltará precisamente el apoyo de los tres grupos que afirman unir esos dos intereses, Esquerra Republicana de Catalunya, Bildu y Bloque Nacionalista Galego. Si votan en contra del decreto ley estarán pasando por encima, no ya de lo que propone el Partido Socialista o Podemos, incluido el Partido Comunista, sino, sobre todo, de lo que proponen las dos principales centrales sindicales de este país, Comisiones Obreras y UGT. Los sindicatos mayoritarios, muy disminuidos en los últimos años, han conseguido recuperar un cierto protagonismo gracias a que han logrado un acuerdo con la patronal y volver a poner sobre la mesa el diálogo social como la base esencial de cualquier decisión que afecte a los trabajadores de este país. Lo que menos necesitan los sindicatos es que grupos como ERC, Bildu o el Bloque intenten desautorizarlos poniendo en duda su papel. Si finalmente los tres grupos votan en contra de la convalidación es prácticamente imposible que puedan defender que lo hacen en nombre de los intereses de la izquierda, sino del puro y simple nacionalismo. Y habrán demostrado, una vez más, que los dos términos izquierda y nacionalismo tienen una enorme dificultad para maridarse.