Historia de la Plaza del Potro, el lugar más cervantino de Córdoba
Un recorrido por el pasado de este enclave cordobés marcado por la venta de ganado, la picaresca y el flamenco. Con el profesor Manuel García Parody
Historia de la Plaza del Potro. Hoy por Hoy Córdoba
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Córdoba
No lejos del Guadalquivir, entre las calles Lineros y la calle Lucano, encontramos una de las plazas más emblemáticas de la ciudad y probablemente "el lugar más cervantino de Córdoba", según Manuel García Parody. El historiador, que hoy ha visitado la plaza en compañía de Ramón Medina, nos ha recordado que "Miguel de Cervantes vivió cerca de aquí, posiblemente en la calle Gragea, aunque sabemos dónde con con exactitud". Lo que si sabemos es que su padre, Rodrigo, "era cirujano sangrador al servicio de la Inquisición y que trabajaba en el Hospital de la Caridad, actual museo de Bellas Artes", apunta Parody.
La plaza del Potro fue, durante siglos, sobre todo en la Baja Edad Media, "uno de los lugares con más vida de Córdoba", según Parody, que recuerda que su imagen siempre estuvo ligada a la picaresca: "La aduana del desengaño, como la describió Liñán, un escritor del siglo XVII". El carácter pícaro del Potro se encuentra, según el historiador "en las ferias de ganado, lanar y caballar, que durante siglos se celebraron en este enclave junto al Guadalvir y que explican también la presencia de numerosos mesones, del que todavía se conserva el Mesón del Potro.
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Notascordobesas / Cadena SER
También se conserva en buen estado la fuente, coronada por la escultura de un potro, que fue erigida en 1574 y que "inicialmente se encontraba al otro lado de la plaza". Y en el otro extremo encontramos el Triunfo a San Rafael, "que inicialmente se levantaba en la plaza de San Hipólito, hasta su traslado en el año 1924", apunta Parody.
En el recorrido de hoy también hemos conocido detalles de la historia de otro gran edificio con fachada a la plaza del Potro, como el antiguo Hospital de la Caridad, hoy sede de los museos de Bellas Artes y Julio Romero de Torres, y que durante siglos dio atención médica "a los más menesterosos".
Por último, y de vuelta a la Posada del Potro, Manuel García Parody nos ha contado la leyenda que acompaña a este histórico establecimiento y que tiene por protagonistas a un joven capitán del Ejército, al posadero y a la hija de éste.
