"Quien duerme mal gana menos dinero": David Jiménez, autor de 'El Mal Dormir'

Madrid

El escritor David Jiménez nunca ha dormido bien. Desde pequeño se recuerda durmiendo pocas horas, algo que entonces consideraba un superpoder para tener un tiempo extra para leer comics, y que se volvió un problema cuando comenzó a trabajar. Esto ha confesado en La Ventana, donde ha presentado su libro ‘El Mal Dormir’.

Un problema nocturno y diurno

Dormir poco, asegura, no es sólo un incordio en el momento de dar vueltas en la cama, sino que supone varios problemas reales a los que las personas con insomnio o que no consiguen conciliar el sueño las horas suficientes deben enfrentarse durante el día: “Hay estudios que demuestran que quien duerme mal gana menos dinero que quien duerme bien, asciende menos en el trabajo e incluso puede ser más deshonesto que quien duerme bien”.

La lectura como método para quedarse dormido, por ejemplo, no funciona en maldurmiente como Jiménez, ya que “empiezas a ser consciente de que cuanto más tiempo pases leyendo, menos estás durmiendo, y la mañana siguiente parece cada vez más catastrófica”.

“El verdadero enemigo de quien tiene problemas del sueño no es la noche”, señala el escritor”, en la noche lo único que tienes que hacer es estar tumbado pese a que tu cabeza está a mil, el problemas es el día cuando tienes que desarrollar una jornada entera de trabajo, cuando tienes que hablar con otras personas, estás cansado, irascible y aun así tienes que desarrollar una vida normal”.

Consejos imposibles

“Una de las experiencias que me interesan del mal durmiente es la sensación de fracaso, paradójicamente, las recomendaciones para mejorar tu descanso pueden redundar en esa sensación de fracaso”, explica Jiménez, “yo no dudo que la gente que recomienda técnicas de meditación o de estabilización de horarios lo hace con apoyo científico detrás, son buenos consejos y lo hace con buena intención”.

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Estos consejos se vuelven en contra de la persona si no es capaz de implementarlos: “Si no consigues disciplinar militarmente tus horarios, si a mitad del ejercicio de meditación tu mente se desboca y acaba en un lugar distinto del que querías, puedes sentirte doblemente fracasado, no sólo no consigues dormir normalmente sino que ni siquiera consigues hacer ejercicios bastante sencillos.”

Como solución, ignorar estos consejos si sólo traen culpabilidad: “Para mí una liberación ha sido romper con esa idea de fracaso, ya suficientemente complicado es intentar desarrollar la vida cuando muchas noches duermes mal, como para encima estar sintiéndote culpable como si tu fueras culpable de tu mal dormir, cuando en realidad es una arbitrariedad fisiológica muchas veces”.