Uvas y azafrán: las víctimas locales de las sanciones internacionales

Madridejos (Toledo); Alcázar de San Juan (Ciudad Real); Teherán (Irán)

Un conflicto son sobre todo sus víctimas. La invasión rusa sobre Ucrania se ha cobrado 137 vidas humanas en el primer día de ataques, según el gobierno de Kiev. Y ha provocado que 100.000 personas tengan que abandonar sus casas. Pero las consecuencias de la guerra no acaban cuando se dispara la última bala. Y repercuten también lejos del lugar donde ocurren los hechos.

La comunidad internacional no ha tardado en reaccionar y, todos los países occidentales han condenado las acciones bélicas de Vladimir Putin. Ante la flagrante vulneración de derechos son muchos los países que han impuesto sanciones de distinto tipo a las élites rusas. Esta semana Josep Borrell, Alto Representante para la Política Exterior de la UE, sostenía que “las sanciones hacen daño, pero no milagros”.

La energía y la industria, pero también la uva

Algo que pasa a kilómetros repercute de una forma u otra en lo más cotidiano del día a día. Las consecuencias del conflicto en Ucrania tras la ofensiva rusa se percibirán en la inflación, con una subida de precios, o en el mercado energético del que Europa depende en alta medida de Rusia. Pero también productos como el trigo, el maíz o el aluminio se verán afectados.

Hay miles de empresas españolas que estos días están pendientes de lo que acontece en el Este de Europa. Cualquier complicación en el comercio con Rusia o Ucrania puede suponer un agujero en sus cuentas. Uno de los productos españoles más emblemáticos puede verse perjudicado, el vino. El gerente de Bodegas del Saz, Vidal, ha manifestado su preocupación por las sanciones económicas a Rusia y a su vez por las que Rusia pueda imponer a la Unión Europea. "En función de las sanciones (…), sobre todo, si sacan a Rusia del SWIFT (por donde se hacen sus transferencias) tendría consecuencias nefastas porque hay 160.000 euros en el aire” confiesa Vidal mientras se mantiene a la espera ante lo que pueda ocurrir. Rusia es el tercer cliente de la bodega de Ciudad Real en volumen económico.

Las sanciones pueden tener efectos también para el que las impone. Ante un posible efecto boomerang, la profesora Mercedes Guinea explica que “por mucho que tengamos que perder, si Rusia está violando el derecho internacional no podemos hacer como si nada”. La profesora insiste en que no se puede exonerar el comportamiento autocrático de ciertos países, y que por coherencia con los valores que se defienden deben sancionarse. "A pesar del precio que tengamos que pagar", señala.

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El caso de Irán con el azafrán

Mirar lo que ha ocurrido en otros lugares del mundo y con otros productos puede servir para entender lo que puede llegar a pasar con Rusia. En 2018, Donald Trump rompió unilateralmente el Acuerdo Nuclear con Irán e inició un nuevo periodo de sanciones a los sectores estratégicos del país, principalmente el petróleo. A pesar de tratarse de una situación diferente a la rusa, las sanciones tuvieron consecuencias para los de allí pero también para los de aquí.

La economía nacional iraní ha experimentado cambios en los precios de productos como el azafrán tras las sanciones. Irán es el mayor productor del conocido como oro rojo y aunque no es un producto sancionado de forma directa, se ha visto influido por las restricciones que se han impuesto al comercio exterior. Lluís Miquel Hurtado, corresponsal de la SER en Teherán, explica que para “mantener la cuota de mercado necesitas rebajar el precio del producto”. Lo que ha llevado a que el precio del azafrán iraní sea más competitivo a nivel mundial por su bajo precio.

España no es ajena a esta industria. Es uno de los países que mayor cantidad de azafrán produce a nivel mundial. Pero a diferencia del iraní, el azafrán español tiene un precio mayor. El proceso de elaboración que sigue es diferente y su calidad, trazabilidad y control son certificadas. Carlos Fernández, presidente de la Denominación de Origen, afirma que en España “el 99% de azafrán es iraní". Y no entiende “por qué en el argumentario de los supermercados está ocultarlo”. A los mondadores y agricultores les preocupan estas prácticas poco éticas y la disminución de la producción, sobre todo, en un mercado global en el que se venden otras opciones de más baja calidad.