Toledo

Nueva charla en 'Mi Toledo Favorito'. En esta ocasión ha pasado por los micrófonos de 'Hoy por Hoy Toledo' Carmen Fernández.

Presidenta de honor de la 'Asociación de Mujeres María de Padilla' de Toledo, no ha llevado hasta el lugar donde se crio, el Poblado Obrero, la residencia de muchos trabajadores de la antigua Fábrica de Armas hoy reconvertida en campus universitario. Recuerda que cuando tenía 6 años se fueron a vivir allí porque a las familias numerosas de los trabajadores de la fabrica les dieron una vivienda. Antes vivía en la zona de las Tendillas, junto a Santa Leocadia, en una casa pequeña, por eso cuando llegaron a su nueva casa, mucho más grandes, parecería que les había tocado "la lotería".

Recuerda que en el Poblado Obrero todos los vecinos eran como una gran familia; allí se ha criado, se casó y comenzó a luchar por la igualdad en las Juventudes Obreras Católicas. Dice que percibió ya entonces, "una desigualdad muy grande "entre los chicos y las chicas".

Comienzos de la asociación

Poco tiempo de casarse conoció a Carmen Calvo Cirujano con quien formo la 'Asociación María de Padilla' en el año 1987 aunque en el año 1986 ya comenzaron a trabajar. En esa época donde no existía normativa que protegiera a las mujeres de la violencia machista, ni una sociedad que la condenara, dice que lo primero que tuvieron que hacer en ese contexto fue "aprender". Todo hasta que llegó la muerte de Ana Orantes que conmueve a todo el mundo y comienza un gran cambio. Por ello, fueron a los servicios sociales de Castilla-La Mancha para exponerles el problema.

Después pusieron en marcha un teléfono, 24 horas, para que las mujeres pudieran llamar para exponer sus casos; asegura que el 68% de las mujeres les decían en las llamadas que estaban sufriendo violencia de género. Desde entonces pusieron en marcha diferentes actuaciones como acompañamiento en los juicios o atención psicológica. Dice Carmen Fernández que han llegado a seguirla e insultarla por ese trabajo de ayuda a las mujeres.

Sobre cómo ve a los jóvenes, se muestra preocupada. Asegura que hay chicas que van a la asociación y llegan a decir "es que a mi lo que me hace es porque me quiere", y lo dice "convencida". Carmen Fernández les dice que "eso no es amor".

Y por último, un mensaje para las mujeres que puedan estar sufriendo violencia machista: que no haya silencio, porque el silenciar es "permitir" y hacer fuerte al agresor, y que estas mujeres "busquen ayuda".