Cómo degustar alimentos de todo el mundo sin salir de Cuenca

Cuenca

En las últimas décadas han llegado a Cuenca trabajadores y familias procedentes de otros países del mundo, la mayoría de Marruecos, Ecuador y Colombia y de otros países de la Unión Europea como Rumanía y Bulgaria. Pero el amplio abanico de nacionalidades se extiende por toda América Latina, el Magreb y Europa del Este. Con ellos se han traído sus costumbres y también sus alimentos más autóctonos y tradicionales. En este tiempo se han abierto en Cuenca establecimientos especializados en la alimentación de estas zonas del mundo, una nueva oferta culinaria para ellos y para los conquenses que tienen la oportunidad de cocinar en sus casas platos típicos de más allá de los mares con los ingredientes autóctonos. En Hoy por Hoy Cuenca hemos recorrido algunos de estos establecimientos para hacer una compra muy especial.

Alimentos latinos y pakistaníes en una misma tienda

Es más que una frutería. Sí es cierto que los primeros metros del establecimiento están dedicados a exponer frutas y hortalizas pero tendremos que pasar el fondo para descubrir una amplia variedad de productos alimenticios procedentes de todo el mundo.

Ya en los estantes de la fruta descubrimos variedades exóticas, tropicales, andinas y amazónicas. Yucas, plátanos machos, ají, ají amarillo o rocoto que es un pimiento muy picante (rellenos de carne picada son un plato típico en la ciudad peruana de Arequipa -para quien se atreva a comerlos, claro-), productos que no se pueden encontrar en cualquier mercado de Cuenca. Una amplia gama de sabores que se exponen por las estanterías.

Hierbas aromáticas de Paraguay y Argentina, como el mate, para tomar en infusión. Café colombiano y brasileño, buñuelos, chocolates y natillas típicos de Colombia, o bebidas como el ron viejo o el antioqueño; de Perú el pisco, chicha morada o chicha de jora; de Brasil el Cachaca y de Ecuador el Santa Clara y Trópico Seco. Algunos productos son tan autóctonos de los países latinoamericanos que nos permitirán descubrir nuevos sabores. El chancaca, como se conoce en Perú, que en Colombia y Ecuador se dice panela, es un producto extraído de la caña de azúcar que se utiliza para endulzar. Hay dulce de leche que es típico de Argentina, hay milo que es como si fuera el colacao de aquí.

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Por estas estanterías encontramos a Héctor Fabio, colombiano residente en Cuenca desde hace décadas y actual gerente de un restaurante para el que recurre a este establecimiento a la hora de encontrar sabores de su país. “Estoy buscando un condimento para preparar el ajiaco, un plato colombiano típico de Bogotá que lleva tres clases de patata, la roja, la blanca y la criolla que también la venden aquí, y la especia huasca imprescindible para ese plato. También busco harina de maíz amarillo para hacer crepas y almidón de yuca para hacer el pandebono”.

El gerente de este establecimiento, Muzafar Hussain Khan es pakistaní “de una ciudad cerca de Islamabad”, apunta, y también tiene a la venta productos de su país. “Especias para condimentar arroces, hierbas para facilitar la digestión, aceites, licores, albóndigas, garbanzos negros, sésamo, harinas típicas con la que se prepara el pan en casa, un pan más blando que el que venden aquí y que personas mayores como yo agradecemos por que se mastica mejor”, nos cuenta Muzafar.

Empanadas argentinas

En la calle Fray Luis de León de Cuenca, frente a la plaza de España, encontramos un coqueto establecimiento de hostelería con sabor argentino. Se llama La Florida, en recuerdo al barrio de Buenos Aires donde vivían los propietarios de este establecimiento, el jugador de balonmano profesional Pablo Simonet (actualmente en las filas del BM Incarlopsa Cuenca) y su pareja. “Allá, en Argentina, cuanto te juntás con tus amigos, lo principal es el asado y lo secundario las empanadas”, explica Simonet. “Se nos ocurrió apostar por esto aquí en España y asociarlo también a la reuniones con amigos. La empanada reemplaza al asado se usa como cena o comida, es sencillo de preparar y de llevar, lo que facilita los pedidos. En Argentina la mayoría de las madres suelen prepararlas en casa. A cualquier argentino que le preguntes te dirá que las mejores empanadas son las que prepara su mamá”.

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En este establecimiento ofrecen hasta once sabores diferentes en su catálogo de empanadas “y cada mes sacamos una diferente”, apunta Simonet. “Las más típicas en Argentina son las de carne de ternera, las de jamón y queso, las de verdura. Aquí nuestro chef también se trajo buenas ideas para implementar otras variedades más exóticas y que a la gente le gusta mucho”. Simonet nos recomienda su favorita, la denominada matahambre a la pizza que lleva, dice, “secreto ibérico a la pizza con un poco de salsa de tomate y queso fundido arriba y cortada en trocitos se pone dentro de la empanada. Es una auténtica locura”.

Carne de cordero halal

La carnicería Colón se encuentra en esta céntrica calle de Cuenca y tras el mostrador nos atiende Mohammed. Es marroquí y nos propone descubrir los aromas del Magreb. “Tenemos todo tipo de productos árabes como embutidos, dulces, jengibre, cominos o aceitunas”.

Una de las características de esta tienda es que aquí podemos encontrar carne halal (permitido), es decir, que el animal ha sido sacrificado siguiendo el rito musulmán, como propone el Corán. Consiste en sacrificar al animal orientado hacia La Meca, y clavándole un cuchillo perfectamente afilado en la concavidad del bajo cuello, realizándole un corte seco, limpio e inmediato, hasta que pierde toda la sangre. De 10 a 20 segundos es lo que tarda el animal en quedar inconsciente por falta de oxígeno. Antes y después del acto se deben hacer unas oraciones. Este ritual se realiza tanto a los terneros como a los corderos y cabritos. Lo que no encontraremos en esta carnicería será carne de cerdo. “Nada, nada”, dice Mohammed.

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Un kebab y un té moruno

Abdesselam es el gerente de La Tetera, un establecimiento de Döner-Kebab en el número 2 de la calle Dalmacio García Izcara, junto al paso a nivel. Nos atiende mientras prepara los pedidos para reparto a domicilio de “döner, kebab, dürüm”.

“El kebab es una especie de carne de pollo o de ternera adobada montada una encima de la otra como si fuera un pincho moruno pero en cantidad más grande. También se hace con otro tipo de carne como cordero o pavo, pero aquí en Cuenca hemos visto que ha tenido más éxito el pollo y la ternera. Este sistema para que la carne esté girando y recibiendo el calor constante lo inventó un turco en Alemania hace cuarenta años”.

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Además del kebab, en La Tetera, como su nombre indica, podemos tomarnos un té moruno. “Es el té marroquí típico, de hierbabuena con té verde. Se sirve muy caliente o muy frío, como les gusta a algunos. Es una forma muy típica de recibir a los invitados ofreciéndoles un té, unas pastas o unos dátiles”, explica Abdesselam que recalca que, en los veinte años que lleva regentando este establecimiento en el centro de Cuenca “nunca hemos servido bebidas alcohólicas”.

Toda Europa del Este en una tienda

Encontramos una tienda con productos de Europa del Este que hace esquina al final de la calle Jorge Torner. Tras el mostrador está Victoria, ucraniana de origen ruso que regenta este establecimiento en Cuenca desde hace quince años. “Aquí tenemos productos de Polonia, Bulgaria, Rumanía, Rusia, Ucrania, Armenia, Moldavia, de varios países de esta zona”, explica. “Me gusta estar con la gente, conversar con unos y con otros”, argumenta como una de las razones para abrir este establecimiento comercial.

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“Tengo embutidos de varios países, tengo coñac de Armenia muy famoso, vodka de Rusia, de Ucrania, de Polonia, vinos muy buenos de Rumanía, especias porque cada país prefiere las suyas, chocolates también de cada país, una salsa que es como un pisto pero de Rumanía, otros de Bulgaria, trigo cortado, alforfón que también lo compra gente de aquí, como la caballa ahumada”.