Modelos declaran que nunca recibieron un trato "incorrecto" de Kote Cabezudo

San Sebastián

"Me leía los contratos a pies juntillas y siempre estaban correctos" ha asegurado una de las cinco modelos de Kote Cabezudo que han testificado este jueves, ninguna de las cuales se sintió incómoda durante las sesiones que hicieron con el fotógrafo ni obligadas a hacer algo que no quisieran. Estas modelos han declarado en la undécima sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Gipuzkoa contra Cabezudo por distintos delitos de índole sexual y estafa, entre otros, contra 17 de sus modelos, por los que la Fiscalía reclama 121 años y medio de cárcel, mientras que la acusación particular solicita 2.388 años de prisión.

La primera de las chicas en testificar hoy ha señalado que comenzó a trabajar con el acusado cuando ella tenía 19 años y ha mantenido que las fotografías que le sacó eran desnudos de carácter artístico. Respecto a los contratos que firmó para llevar a cabo las sesiones, ha explicado que cuando los suscribió lo hizo "sabiendo" que ahí estaba "toda la información" de lo que él iba a "hacer con las fotos" y que también había una "letra pequeña" que tal vez "no la vas a leer". "El problema es tuyo si no la lees", ha recalcado esta joven, quien también ha insistido en que quienes firmaban estos documentos tenían en su "mano" decidir si querían "seguir o no" con las sesiones. Esta modelo ha revelado que no sufrió ningún "comportamiento incorrecto" por parte del imputado, del que ha dicho que veía el "proceso" de su trabajo durante las sesiones y al que considera "un profesional" sin haberse llegado a sentir "encerrada" en su estudio ni "coaccionada" para hacer más fotografías.

Una segunda modelo, que posó para Cabezudo entre los 18 y los 25 años, ha dicho que siempre lo hizo "muy a gusto" sin sentir que el carácter de las imágenes fuera pornográfico "aunque estuviera desnuda" y ha mantenido que tras verlas publicadas no se ha sentido "molesta" por ello. Ha recordado además que en una oportunidad ella fue la que pidió a Cabezudo una sesión de desnudo con su marido, porque "como profesional" le ponía "un diez", al tiempo que ha insistido en que nunca ninguna otra chica le dijo que "tuviera problemas" con el procesado.

La tercera modelo, que ha comparecido por videoconferencia, ha explicado que ella leía los contratos "a pies juntillas" y estaban "siempre correctos", por lo que no tiene "nada contra" él, ya que siempre le ha pagado por sus trabajos en los que hacía desnudos integrales y sabía que podía publicar las imágenes en sus páginas web, cuyos "enlaces" le proporcionó el propio fotógrafo.

Una cuarta modelo, que también ha testificado por videoconferencia, ha comentado que la mayoría de los trabajos que hizo con Cabezudo eran de "índole erótico" y, aunque también realizó algún contendido "pornográfico" con otras mujeres, era "consciente" de lo que "estaba haciendo", por lo que se puso un nombre artístico con el que pretendía darse a "conocer". Esta chica ha indicado que nunca sufrió ningún episodio de "tocamientos" por parte del procesado, con el que "nunca" se sintió mal o incómoda. "Era todo profesional, nunca hubo nada indebido", porque "lo que yo no quería no lo hacía", ha sentenciado. Ha explicado además que tuvo conocimiento que las páginas web del acusado en las que aparecían sus imágenes fueron "hackeadas" y que luego se publicaron en otros sitios de internet, sin que él tuviera control sobre ellas, aunque ha restado importancia a este incidente al asegurar que "son cosas que pasan y ya está". Esta modelo, que ha dicho tener experiencia con otros fotógrafos, ha comentado asimismo que sabe "lo que es sentirse incómoda en un ámbito así", algo que "desde luego" con Cabezudo ella "no sintió".

La quinta modelo, que trabajó con Cabezudo siendo menor de edad, ha afirmado que tenía la autorización de sus padres para hacer fotografías "artísticas" en blanco y negro con él, y ha incidido en que "nunca" tuvo ningún problema "en el ámbito sexual" con el encausado que era "reconocido en San Sebastián como un artista de la fotografía".

En esta misma sesión del juicio han declarado dos maquilladoras que trabajaron con Cabezudo, una de las cuales ha insistido en que "en ningún momento vio" en las modelos "nervios o malestar", ni le dijeron "nada" respecto a Cabezudo porque las sesiones las llevaban a cabo "con ganas, interés y contentas". Por su parte, el informático del acusado ha mantenido que era el propio fotógrafo el que subía las imágenes a sus páginas y que su cometido consistía en que las web "funcionaran".

La sesión del juicio ha incluido la declaración de la exmujer del acusado, quien ha mantenido que las fotos que éste hacía eran desnudos de carácter "artístico" de hombres y mujeres, sin que ninguna chica se haya acercado a ella para decirle que su esposo les había hecho "algo". Esta previsto que las sesiones del juicio continúen el próximo lunes.