Los altos precios de la energía provocan un "tsunami" en las comunidades energéticas locales

Bilbao

Las comunidades energéticas locales se han visto afectadas por una coyuntura que despierta el interés de muchos por salir del marco energético convencional y reducir la dependencia del mercado mayorista. Tal y como explica en 'La Ventana Euskadi' Rafa Larreina, responsable de comunidades energéticas de la cooperativa de consumidores EMASP, en Álava es donde este modelo está más desarrollado, "ahora mismo están en fase de desarrollo 51 comunidades", si bien a partir del mes de diciembre, "se ha producido una especie de ‘tsunami’ de iniciativas", afirma.

Las comunidades energéticas locales surgen de una directiva de la Unión Europea que pretende que las personas, pymes, entes locales, generen y consuman su propia electricidad, siempre que la entrada sea libre y voluntaria, que tengan un funcionamiento democrático y esté excluida la finalidad de especulación financiera, “el objetivo no es generar electricidad para venderla y ganar dinero”. La energía sobrante, “no se vende, sino que se compensa según la comercializadora”, explica.

“Antes de este verano en Álava estarán auto consumiendo unas 23 comunidades energéticas que conseguirán que se dejen de emitir 900 toneladas CO2”, afirma. La inversión para transitar hacia un modelo de autoconsumo en una comunidad ronda los 1.200 y 1.500 euros por contador, y el ahorro en la factura está entre un 30 y un 40% en función de los hábitos de consumo y el consumo que se produzca en las horas de sol.

En el contexto de altos precios de la energía, “el consumo de red, el consumo de la ‘luz de la noche’ está en función del mercado, se trata de consumir lo mínimo de la red y mantener el precio propio, un precio estable y más barato que el consumo de red”.