El retorno del gozo

Sevilla

Hoy no es un día cualquiera. Es Viernes de Dolores, la jornada con más viajeros en las líneas de Tussam de todo el año. Los sevillanos vamos y venimos del centro a los barrios y de los barrios al centro. La Semana Santa vertebra la ciudad, une los distritos, acerca hasta el casco antiguo a los vecinos de la diáspora y lleva a los del centro a la búsqueda de las barriadas.

Hemos sufrido mucho, hemos sentido mucha angustia. Tenemos derecho como ciudad a sentir ilusión, júbilo y gozo. Hemos aprendido, ¡no había más remedio!, a vivir una Semana Santa enclaustrados en 2020 y en la intimidad de los templos en 2021.

Es la hora del reencuentro de la ciudad consigo misma, con su mejor versión. Déjate llevar, sevillano. Con orden, educación y sentido común, tal como ha pedido con acierto el alcalde. Acompaña a las cofradías con respeto a los nazarenos, cuida las calles, no arrojes basura, cede el paso para que te lo cedan, usa los transportes públicos, disfruta de las tabernas, de las plazas, de los bares, de la convivencia en los espacios públicos. Sé paciente. Disfruta de la emoción, el fervor y la emoción. Vive la fe, acércate sin complejos a los pasos de cristos y vírgenes, enseña al que te pregunte, explica al que te pida información, ayuda al que veas desorientado. Piensa que donde estás quisieran estar muchos sevillanos que viven en la diáspora, que donde estás estuvieron otros hasta 2019 que se fueron sin una mano que les apretara a la suya y les diera calor, que donde estás estarán otros cuando pasen muchos años.

La vida se cuenta por Semanas Santas. Todas las Semanas Santas se funden en la memoria, de tal forma que solo distinguimos dos: las vividas de niño y las exprimidas de adulto. Vuelve a ser un niño, sevillano. Déjate llevar de nuevo. La Semana Santa es la fiesta que mejor nos retrata, cuando más nos abrimos como ciudad, acogemos y sentimos, donde sabemos llorar, callar, rezar y sentir. Son días para honrar a los muertos, para mirar a los ojos de las imágenes a las que un día rezaron nuestros antepasados. Días de gozo y de esperanza. Nos reencontramos con los que están y con los que estuvieron.