Más de 2.000 niños con discapacidad esperan una terapia pública en la Comunidad de Madrid

Madrid

Más de dos años de espera. Ese es el tiempo que llevan algunos menores de entre cero y seis años esperando para una terapia pública de Atención Temprana de la Comunidad de Madrid. En total, desde 2020, son 2.068 los niños y niñas, con problemas de desarrollo, que desean acceder al servicio, pero todavía no han podido. Así lo reflejan datos facilitados por la Consejería de Políticas Sociales a la Plataforma de Atención Temprana. Este colectivo denuncia la falta de recursos para detectar y tratar a los menores que lo precisan. Y actuar lo antes posible es clave para garantizarles una mejor calidad de vida.

Fuentes de la Consejería de Políticas Sociales reconocen que existe retraso en las listas de espera. Algo que achacan, principalmente, a los desajustes ocasionados por la llegada de la covid. Los datos publicados reflejan que hay 145 menores esperando desde 2020, 1.258 lo hacen desde 2021 y en los tres primeros meses de este año ya se han sumado otros 665. Como solución para menguar estas cifras, la Comunidad tiene previsto abrir 1.500 plazas adicionales, repartidas en los 42 centros disponibles en la región. 800 de ellas estarán operativas desde mayo de 2022 y el resto, 700, para 2023.

La Plataforma de Atención Temprana considera esta solución un parche temporal. El portavoz del colectivo, Óscar Hernández, asegura que los problemas en el servicio están "cronificados" y que son "estructurales". El primero de ellos, relata, es "la escasez de recursos porque en su mayoría están privatizados". Los centros de la región tienen actualmente 3.700 plazas operativas. Este número, explica Hernández es insuficiente. "Madrid es una de las comunidades con menor ratio de niños atendidos entre población diana. Está lejísimos de lo que sería necesario y garantizaría la universalidad: en Madrid serían necesarias más de 35.000 plazas", sostiene.

Hernández señala que, además de la falta de recursos, otro problema es la lentitud en los procesos burocráticos. A la Atención Temprana tienen acceso aquellos menores de entre cero y seis años que presentan indicios o tienen diagnosticado de algún problema que dificulta su desarrollo, como distintos tipos de síndromes, autismo o parálisis cerebral. Cuando se presentan señales de una posible discapacidad, generalmente son los colegios o profesionales médicos los que los detectan. Ellos derivan a los menores al Centro Regional de Coordinación y Valoración Infantil (CRECOVI), que deberá emitir un dictamen de necesidad favorable para que al menor se le dé una plaza de asistencia pública.

Este paso, el CRECOVI, añade una traba más: la media de espera para obtener ese dictamen se sitúa en los 6 meses. Hernández critica que el procesa ralentiza el acceso a los medios para tratar a los menores lo antes posible. "Muchos cumplen 6 años [fecha límite para la Atención Temprana] y salen de la lista de espera sin hacer sido atendidos", asegura. Luego se suman a otro tipo de espera, en este caso, para conseguir un terapia pública. La actualmente lleva un retraso de dos años.

Desde la Plataforma de Atención Temprana reclaman más medios, tanto materiales como personales, y, sobre todo, piden más unificación entre los recursos sanitarios y los que dependen de la Consejería de Políticas Sociales. "Reivindicamos un cambio en la inclusión del desarrollo infantil dentro de la Atención Primaria (AP). Tenemos que tener más pediatras, con más tiempo de atención para cada niño, mejores protocolos para actuar lo antes posible", reclama Hernández. Insiste en que cada minuto cuenta para garantizar un futuro más independiente para miles de niños en la región. Según esta plataforma, en la Comunidad de Madrid se estima que 1 de cada 10 menores, es decir, alrededor de unos 40.000 necesitan acceder a la Atención Temprana.