Pepe Meléndez echa el cierre a su barbería tras 62 años de trabajo

Algeciras

Pepe Meléndez ha decidido que ya estaba bien de seguir al frente de su negocio, el lugar de trabajo que era propiedad de su suegro primero, y donde comenzó a conocer los secretos de la tijera hace ya 62 años. Entró a trabajar con 15 años, así que no es difícil adivinar la edad de este hombre bueno, amable, profesional y, por supuesto, Madridista.

Hoy, en su último día de trabajo nos hemos acercado hasta su peluquería de la Fuente Nueva, una calle de la que ha recordado que fue "alcalde pedáneo" pues se ocupaba de los problemas del barrio en los tiempos de su buen amigo Hermenegildo González. "Los árboles de esta calle se pusieron en aquella época y los contenedores soterrados de la plazoleta también". Justo así lo ha recordado Hermenegildo González, su amigo, que ha tenido unas palabras de cariño y profundo afecto hacia Pepe.

Pepe Meléndez se emociona cuando le pregunto por cual va a ser su sentimiento cuando eche el cierre a las una y media, se le saltan las lágrimas y se queda sin palabras, su amigo, el periodista Juan Moriche, le anima con palabras de cariño.

A Moriche no le han tocado otras tijeras el pelo que no fuesen las de Pepe. Su padre, ciego como consecuencia de un doloroso accidente, le pedía a Pepe que fuese a su casa a cortarle el pelo, "le daba vergüenza quitarse las gafas en público", y Pepe, siempre amable, se acercaba hasta su casa y allí procedía a ejecutar el oficio. Así fue como comenzó a cortarle el pelo al hijo "cuando debía contar con un año de edad", que ahora nos confiesa que se queda huérfano de peluquero.

Ampliar

Nos cuenta la anécdota de cuando Pepe se sometió al trasplante de riñón, lo que le mantuvo lejos de las tijeras algo más de cuatro meses, "ni mi padre ni yo nos cortamos el pelo hasta que pepe volvió a la barbería".

Pepe tiene muchas anécdotas y ser un madridista confeso le ha dado alguna sorpresa, como la que se llevó el día que al abrir la puerta del negocio se lo encontró todo de Blau Grana, los colores del eterno rival. "Mi amigo Eduardo Corral me pidió el coche porque tenía que hacer un "mandao" y aprovechó para hacer una copia de laa de labarbería. Otro día, cuando perdimos con el Milan, me llenó la tienda de Espaguetis".

Pepe Meléndez deja una buena clientela que además son amigos. Ya hemos quedado en vernos el primer Domingo de Feria en el bar Las Duelas, el de su hermano Alberto, donde, desde hace no sé cuanto, cada Domingo se coloca con unas botellas de manzanilla y desea una buena feria a los clientes y amigos. Meléndez, este año, confiesa que no podrá ir tanto a la feria como quisiera, "pero iré con mis zapatos rojos, como cada año". Pues allí nos vemos Pepe, buen descanso y buena feria.

Ampliar