Las apreturas gaditanas

Sevilla

La ciudad de Cádiz ha perdido 43.000 habitantes en los últimos 40 años, es decir, más del 25% de su población. Ante esto, la empresa municipal de la vivienda ha encargado un estudio sociodemográfico para analizar las causas y encontrar soluciones.

A la espera de las conclusiones de los expertos, hay tres motivos evidentes de la fuga de vecinos: la escasez de suelo por el carácter insular del municipio, el abusivo precio de la vivienda como consecuencia de esta limitación de terreno y la falta de empleo. Sumen en los últimos años, una subida disparada de tarifas por la incursión de intereses turísticos en el limitado mercado inmobiliario de la capital.

En esta ciudad se vive con especial preocupación la actualización anual del padrón. Con cada descenso se abren grandes debates. Y en casa siempre escuché el mismo mantra: “Cádiz no puede asumir más de 120.000 habitantes. No era digno vivir así”.

Los expertos pueden empezar por preguntarle al histórico presidente de la asociación de vecinos del barrio de Santa María, Pepe Rodríguez. A sus 77 años responde rápido a la gran cuestión: “Para recuperar población, primero, hay que construir viviendas en los terrenos que se pueda”. Y advierte: “nunca hay que ganar habitantes para malvivir como ocurría antes”. En dos habitaciones residía Pepe con sus cuatro hermanos, sus padres y un abuelo. Sus vecinos, en el mismo espacio, eran 11. En todo el inmueble estaban empadronadas 19 familias. Hoy, caben nueve.

Carmen Natividad fue la presidenta vecinal del Cerro del Moro. Su madre y sus cinco hijos compartían una habitación. Años más tarde pudo mudarse a un piso de 35 metros cuadrados. Ahora, desde su barrio, lamenta la marcha de la juventud por falta de trabajo y dinero para pagar un alquiler y clama por que reformen casas para la gente y no para el turismo.

Pese a la huida de habitantes, Cádiz sigue siendo el municipio con más densidad de población de Andalucía. ¿Y si el debate es otro? ¿Y si la ciudad no necesita ganar habitantes porque sí? Cádiz necesita centrarse en ser atractiva y accesible para los jóvenes gaditanos, que son los que garantizarán su futuro, sean cuantos sean.