Javieruco

Cuando los Medina llegaron a Montealegre 111- allá a principios de los 70- Cartuja era una selva de carriles donde los niños asalvajados de familia bien, pero menos, hacíamos incursiones desde lo de el francés hasta La Corta por una jungla malamente urbanizada, a Dios gracias.

Javieruco era el mollera, el cabezón; entre aquella tribu Medina indistinguible de apellidos cruzados, madres apetitosas y niñas guapas. Su hermano Jesús siempre pecó de serio, en una familia donde las anécdotas de su padre y sus tíos se han convertido en leyenda.

He tenido la inmensa suerte de coincidir con Javier en sus mejores momentos: el niño cabezón amigo de mi hermano Borja, el vecino gamberro de Santo Domingo, cuando le tocó la lotería definitiva con Sonia. Y estos últimos años de tertulias eternas; donde él disfrutaba mucho más recibiendo que dando. Porque dar estaba en su esencia y nuestra alegría era más suya que nuestra.

Javier, que seguía agarrado a la teta de Marisa; Javier, que se nos ha ido con su buen amigo Pepito Vergara, casi el mismo día. Espero que haya algo para ti, aún mejor de lo que te hemos dado todos aquí. Que no es nada.